Sociedad

ENTREVISTA

Carlos Fernández Casares: "Es una historia que tiene recuerdos tristes pero también bonitos"

El escritor publica "La niña que buscaba una estrella" para colaborar en la investigación sobre el neuroblastoma, un tipo de cáncer infantil

Carlos Fernández Casares: "Es una historia que tiene recuerdos tristes pero también bonitos"
Carlos Fernández Casares: "Es una historia que tiene recuerdos tristes pero también bonitos"
S.E.

HUESCA.- La niña que buscaba una estrella es un cuento con mucha esperanza y repleto de solidaridad que trata sobre la importancia de la huella que dejamos en los demás. Su autor, Carlos Fernández Casares, relata que "es una historia que tiene recuerdos tristes pero también bonitos en la que se cuenta cómo la niña más valiente del mundo, Marta, inicia un extraño viaje en busca de una estrella y que pronto descubrirá que los sueños, si los deseas con todas tus fuerzas, a veces, se cumplen, y que el camino es tan importante como la meta".

Fernández Casares publica este libro para niños, "muy apropiado para niños de 7 a 10 años", con el fin de recaudar fondos para la investigación del neuroblastoma, un tipo de cáncer infantil, poco común, que afecta al sistema nervioso simpático cuya incidencia estimada es de uno por cada 70.000 recién nacidos vivos, lo que en España supone unos 100 casos al año. De éstos, la mitad no superan la enfermedad y fallecen por no existir tratamientos eficaces, advierten desde la Fundación Neuroblastoma. Además, recuerda Fernández Casares que, "como en todas las enfermedades que afectan a poca gente, los fondos para la investigación son limitados".

Y uno de esos casos tocó de cerca a este escritor ocasional, ya para él escribir es su hobby puesto que manifiesta que trabaja en Amazon e idea cuentos para sus hijos en su tiempo libre.

Explica Fernández Casares que esta historia nace de la idea de ayudar a una niña de 7 años mientras estaba ingresada en el hospital: "Marta, una amiga de mi hija mayor se puso malita con neuroblastoma y, durante la primera fase de la enfermedad, ella estaba en un hospital cercano al colegio de mis hijos, así que, algunos días, cuando iba a buscarles, pasaba antes a ver a Marta y a su madre, Maite, y, como a mi me gusta escribir cuentos, un día pensé en llevarle uno para entretenerla un poquito". Del éxito que tuvo el cuento para Marta, ya que "su madre me dijo que no se separaba del librito, de cuatro o cinco hojas nada más", decidió escribir uno personalizado, "así que pregunté cómo se llamaban sus amigas, su peluche favorito... e hice este cuento", añade Fernández Casares, y aclara que, "aunque falleció, Marta llegó a leer este cuento e incluso publicamos una primera edición para recaudar fondos para esta enfermedad, un tanto rudimentaria, ya que se ilustró con dibujos de Marta y otros niños, poco después de que ella muriese".

"Ahora -revela el autor- hemos hecho una reedición pero con ilustraciones profesionales" para lo que se ha contado con la experimentada ilustradora freelance Irene Sanjuan.

El importe íntegro de la venta de este cuento solidario, que se puede adquirir por 12 euros en la tienda virtual de https://tienda.fneuroblastoma.org/ se destina a investigar el neuroblastoma.