La vieja Virgen de Moncalvo

HUESCA.- Con delicadísima fragilidad, los restos de la Virgen Vieja de Moncalvo desafían la gravedad y se resisten a desaparecer. Juegan a un equilibrio imposible, esquivando su fatal destino en un lugar perdido de Los Monegros. Su única pared, de una antigua iglesia gótica del año 1258, apenas se mantiene en pie. Con ella se irá el único testigo del viejo poblado de Moncalvo, un lugar olvidado cuya historia solamente son viejas leyendas que hace tiempo se han dejado de sentir. Sin embargo, sus piedras parece que siguen hablando.