Sociedad

ENTREVISTA

Pilar Rocher: “El duelo hay que pasarlo con calma, serenidad y fuerza”

La autora de “Mi vida ayuda a otras vidas” y técnico en criminología realiza distintas obras de arte con cenizas de fallecidos

Pilar Rocher
Pilar Rocher
Ángel Huguet

“Soy un alquimista de personas”. Así se define Pilar Rocher, “natural de Barcelona con pasaporte español aunque me debo, también, al Valle de Benasque”, donde tiene residencia. Empresaria, técnico en criminología y criminalística, agente funerario profesional en el duelo, auxiliar forense y creadora de un proyecto propio ‘SleepArt’ basado en “el arte con las cenizas de nuestros seres queridos”, es la autora del libro Mi vida ayuda a otras vidas. Cómo asimilar la pérdida de un ser querido, impreso en Gráficas Barbastro, con dedicatoria a fallecidos por covid-19 y a los familiares de las víctimas. Librería Castillón organizó la firma de ejemplares en colaboración con Gráficas Editores.

“En el transcurso de la pandemia, en ciudades españolas y fuera del país, he prestado asistencia a distintas etapas del duelo, con técnicas adaptadas a la psicología más cercana, cómo comunicar a los menores una pérdida o cómo ayudar a familiares de las víctimas del virus. Al fin y al cabo, todos somos un código”. En las tres partes del libro de 80 páginas, se refiere a la muerte, al duelo, finalidad del agente funerario, ayudas a los demás, parte técnica, experiencias personales, referencias, entrevistas y artículos en medios de comunicación.

“Me he encargado de muchos duelos, he acompañado a personas para que no estuvieran solas y los resultados del tratamiento psicológico han sido muy buenos. El duelo hay que pasarlo con calma, serenidad y fuerza en varias fases. En este sentido, he ayudado a la gente para camuflar el dolor y darle una imagen diferente a la muerte. Ha sido duro”. Además, “estuve muy cerca en los atentados terroristas en las Ramblas (Barcelona), presté atención al duelo, y si todos los momentos son difíciles, la covid ha sido histórico y diferente. La gente lo asimila, las pérdidas se superan y sigo en contacto con familias”.

Una de sus “frases favoritas” es que “al final todos somos un código y es para restarle importancia a la muerte. Esa frase quita duelo y bastante dolor porque en realidad somos un número de personas que fallecemos. No hay que tenerle miedo a la muerte, aunque todo el mundo tiene temeridad. La muerte se va de las manos con facilidad”.

Respecto a su proyecto personal basado en el arte con las cenizas de los fallecidos para realizar todo tipo de obras, “es una forma diferente de tenerles presentes, en lugar de tirarlas al mar o por las montañas, lo plasmo en cuadros”. Para hacerlos, “me inspiro y recabo información sobre los hobbies personales, cargos que tuvo y, después, realizo un paisaje, retrato o algo abstracto. Se trabaja con mucha delicadeza, respeto e higiene con los utensilios necesarios”. Rocher no revela datos concretos porque ha patentado la fórmula, aunque dice que “el polvo es ligero y no debe desecharse en absoluto. Es más complejo que una obra común. Mi objetivo es camuflar el dolor, dar imagen a la muerte, retar a la depresión. Soy una estratega y alquimista de personas”. Además, “voy archivando mentes e inyectando dosis de bienestar”.