Sin fiestas del Pilar

ARAGÓN ha tomado la decisión de prorrogar un mes más, hasta el 31 de octubre, la suspensión de las fiestas patronales en la comunidad autónoma. Ni Zaragoza y localidades altoaragonesas como Fraga, que celebran sus fiestas en estas fechas, van a poder hacerlo también por segundo año consecutivo. La medida se adoptó en una reunión con Consejo Local de Aragón, ampliado a las tres diputaciones y capitales de provincia, que lideró la consejera de Presidencia, Mayte Pérez, y al que se sumaron los consejeros de Sanidad, Sira Repollés, y Educación, Felipe Faci. Con este plantel, se traslada el mensaje de que la decisión está más que fundamentada y meditada.

No es difícil de entender teniendo en cuenta los datos de contagios y la situación sanitaria de las últimas semanas. Con todo, el Ayuntamiento de Zaragoza intentará mantener el grueso de los actos. Aunque no haya pregón, se celebrarán citas con aforos reducidos. Todo tiene que estar muy medido y controlado para que las cifras no se disparen tras las ‘no fiestas’. En Fraga, ya no había actos previstos para esos días.

Como ha sucedido en otros lugares de esta provincia, no será extraño que haya que dispersar grupos o desmontar botellones. Ahí tienen que estar las fuerzas de seguridad para garantizar que se cumplen las medidas. Mantener ese equilibrio entre hacer y no hacer actos es muy complejo. En la capital oscense, al margen de las citas religiosas, se optó por no organizar ni un solo acto y todas aquellas actividades culturales pensadas para apoyar al sector, se convocaron fuera de las fechas críticas del 9 al 15 de agosto. Con todo, hubo cierto ambiente laurentino, alguna concentración y un rebrote después. Además, había toque de queda; también en Jaca, y allí cuando se suprimió, se desmadraron los botellones. A ver qué pasa.