Las fiestas con el ‘no’ por delante

QUÉ SON las ‘no fiestas’? Depende del lugar. En Huesca, ha significado que no se ha programado ni un solo acto del 9 al 15 de agosto, días en los que además había toque de queda para evitar tentaciones. En Zaragoza, es cierto que como no hay fiestas han decidido que no haya pregón, pero se pueden celebrar actos, incluso la Ofrenda a la Virgen del Pilar, eso sí con orden y medidas.

El significado no es el mismo en un lugar que en otros, pero los datos de contagios no son buenos en ninguno. La comparativa de Huesca y Zaragoza es clara, pero eso lo podemos trasladar también a los pueblos de nuestra provincia, donde tampoco es en todos los sitios igual. La interpretación de la norma es tan dispar que empieza a parecer que da lo mismo que exista.

¿Es un acto cultural para apoyar al sector o un concierto festivo en toda regla? La definición no puede quedar al albur de la interpretación de cada lugar o de las ganas de ‘no fiestas’ que tenga cada uno.

Mientras muchos pequeños pueblos de 20 o 40 habitantes habrán tenido ‘no fiestas’ de las de verdad, de las que no hay actos, en otros lugares buscan resquicios para burlar la palabra ‘fiestas’. Y la fórmula suele ser: se pone el ‘no’ delante y el grueso de actos se mantiene. Cierto es que en esos pueblos de 20 o 40 vecinos en pleno verano son 200, sí, pero son los que viven en un bloque de pisos. Es urgente definir para todos, y no solo para Zaragoza, qué significan las ‘no fiestas’ y qué se debe o no programar.

También hay munícipes que defienden que hay que elegir entre actos controlados o botellones por doquier. Y pueden tener razón. Solo que, al final, lo que se permita ha de ser igual para todos; y el control también, se decida lo que se decida.

Diario del AltoAragón