La política se cuela en homenajes del 11M, un caso abierto para las víctimas

MADRID.- Un año más la política se coló este lunes en el aniversario del 11M, con una presencia mayor de representantes de los partidos, el Gobierno y las administraciones y discursos. Incluso en algún acto estuvieron presentes, sin nombrarle, las manifestaciones que desde prisión realizó el excomisario José Manuel Villarejo, en las que acusó a las autoridades españolas de no haber investigado lo suficiente esos atentados.

El día en el que se conmemoraba que hace quince años las bombas estallaron en las estaciones de Atocha, Santa Eugenia, el Pozo del Tío Raimundo y la calle Téllez comenzaba con el tradicional acto en la Puerta del Sol, donde se unieron las tres administraciones y las asociaciones de víctimas. Allí estuvo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; el jefe del Ejecutivo madrileño, Ángel Garrido; y la alcaldesa de la capital, Manuela Carmena, que depositaron una corona de laurel en recuerdo a los 192 fallecidos.

Junto a ellos subieron a la tribuna instalada frente a la Real Casa de Correos, sede del Gobierno regional, los representantes de las víctimas: Maite Araluce, presidenta de la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT); Ángeles Domínguez, presidenta de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11M; María del Mar Blanco, presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo; y Eulogio Paz, presidente de la Asociación 11M Afectados por el Terrorismo.

Todo transcurría con normalidad, hasta que en el acto de Atocha, que también cada año convocan los sindicatos CCOO y UGT y la Unión de Actores y Actrices, Eulogio Paz arremetió contra el Gobierno de José María Aznar y declaró: "Nos llevó a la guerra (de Irak) y a cambio recibimos el atentado".

Unas palabras que obligaron al candidato del PP a la Alcaldía de Madrid, José Luis Martínez Almeida, a abandonar el acto por el "torrente de insultos" a su partido y la visión "sesgada" ofrecida de los atentados y el uso "partidista" de los mismos. Martínez Almeida se trasladó después al parque de El Retiro para asistir al acto de la AVT y dio explicaciones del motivo por el que había abandonado el otro homenaje, ya que lo consideró "un acto político de precampaña".

Sus manifestaciones se produjeron poco después de que acabara el acto en el Bosque del Recuerdo de El Retiro, donde la presidenta de la AVT, Maite Araluce, aseguró que el 11M sigue siendo "un caso abierto" y advirtió de que las víctimas no consentirán que "algunos se permitan el lujo de chantajear al Estado con supuestas revelaciones" sobre el mayor atentado en Europa, en alusión a Villarejo. "Las víctimas se merecen, nos merecemos, que se llegue hasta el final de las investigaciones sobre cualquier atentado terrorista. Con verdad y rigor. Sin frivolidades, especulaciones o falsas expectativas que nos provoquen un dolor infinitivo y supongan una nueva victimización", enfatizó Araluce.

Lo hizo ante el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska; los líderes del PP y de Ciudadanos, Pablo Casado y Albert Rivera, respectivamente, así como por todos los candidatos, a excepción de los de Podemos y Mas Madrid, a la Comunidad de Madrid y la alcaldía de la capital. Araluce reivindicó que el derecho a la verdad "ni prescribe ni se amnistía ni se indulta", defendió que la Justicia es también que los terroristas cumplan íntegramente sus condenas y exigió que se evite que la política penitenciaria se acabe convirtiendo en "moneda de cambio".

"TODA LA VERDAD"

El presidente del PP, Pablo Casado, insistió en que las víctimas merecen saber "toda la verdad" sobre lo que ocurrió el 11M y pidió que se "desclasifique" cualquier información que pueda haber al respecto si es que hay alguien que la oculta o intenta "mercadear" con ella.

Desde el PSOE, el secretario de Organización, José Luis Ábalos, opinó que Casado y su partido deberían "pedir perdón" por "engañar" a toda la ciudadanía sobre los atentados, porque "hicieron una gran mentira a costa del sufrimiento de las víctimas". Y en medio de ellos, el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, abogó por la unidad, apostó por un "acto de Estado" por las víctimas que si llega a la Presidencia del Gobierno convocará, y recalcó que en este asunto "no valen discrepancias, ni divisiones, ni discursos de unos contra otros".