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JUAN CARLOS I ABANDONA ESPAÑA

Un esquiador fiel a Candanchú y un visitante asiduo de Jaca

El rey Juan Carlos viajó muchos inviernos a la veterana estación invernal

Un esquiador fiel a Candanchú y un visitante asiduo de Jaca
Un esquiador fiel a Candanchú y un visitante asiduo de Jaca
S.E.

JACA.- El rey emérito Juan Carlos I, cuenta en su haber con un amplio historial de visitas oficiales y privadas a la comarca de la Jacetania durante el último medio siglo, especialmente entre 1975 y 2010. Su notable afición por el esquí le llevó a deslizarse en numerosas ocasiones por la estación de Candanchú, cuyo equipo directivo premió su fidelidad y la promoción del territorio dándole el nombre del monarca a una de sus pistas más emblemáticas, por la que siguen deslizándose los amantes de la nieve.

Su experiencia y su buen dominio del deporte blanco no fue óbice para que Juan Carlos I sufriera algún accidente en las pistas, pero el monarca disfrutó en general de buenas jornadas de esquí en el Pirineo oscense y logró contagiar su pasión a su hijo, el rey Felipe VI, que se deslizó junto a la reina Letizia y las infantas Leonor y Sofía, por Astún en 2017, cuando ambas estaciones del valle del Aragón se encontraban unidas a nivel comercial.

Aquellas jornadas en la nieve pusieron la semilla de la relación de Felipe VI con el valle del Aragón y Jaca. Sin ir más lejos, los reyes visitaron San Juan de la Peña y la propia capital jaquesa el día 8 de julio en el marco de su gira nacional para promocionar el turismo ante el impacto de la pandemia. Según los organizadores de la visita, la elección de Jaca, en representación de Aragón, partió de la Casa Real.

La hospitalidad del valle del Aragón avivó la creciente presencia de Juan Carlos I durante los años 80 y 90. Es de sobras conocida la buena relación de amistad que el monarca mantiene con el exdirector de Candanchú, Eduardo Roldán, que también llegó a ocupar la presidencia del Club Hielo Jaca. Este hecho propició que Juan Carlos I entregase la Copa del Rey al equipo jaqués, en 2002, un hecho insólito debido a la poca visibilidad del hockey sobre hielo en España y al carácter amateur de la liga nacional.

La final copera se disputó en la extinta pista de hielo de Jaca, donde provisionalmente se conservaron los cadáveres de las víctimas mortales de la tragedia de Biescas, acontecida en 1996. Por entonces, el rey, acompañado por la reina Sofía, se desplazó en helicóptero hasta la localidad pelaire para consolar a los familiares de las cerca de 90 personas fallecidas a consecuencia de la riada que arrasó el camping.

En 1977, los Reyes visitaron la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales (EMMOE) de Jaca, que este año celebra su 75º aniversario. Los monarcas volvieron a visitar el centro militar en 2006, coincidiendo con los actos conmemorativos del 50º aniversario de la creación de los cursos de Operaciones Especiales, denominados antiguamente Cursos de Guerrilleros.

En aquella visita, los reyes contemplaron una exposición histórica de la Escuela Militar, que recogía fotografías de sus anteriores viajes. Los asistentes destacaron que la reina Sofía sonrió al ver al monarca en una imagen de una visita al acuartelamiento durante los años 60. Su primera visita oficial a la EMMOE fue en 1963, antes de ser príncipe.

Más allá de la Jacetania, el primer viaje oficial de los reyes a Huesca fue en 1981, cuando estuvieron tres días recorriendo Aragón. La visita concluyó con un discurso en el que el rey defendió las libertades, meses después del golpe de estado fallido. En 1996, poco después de su paso por Biescas, los reyes asistieron al centenario de la Cruz Roja en Huesca y en 1997 estuvieron presentes coincidiendo con los 100 años de la incorporación de Huesca al reino de Aragón.