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LEY DE MEMORIA DEMOCRÁTICA

La Ley de Memoria Democrática declarará nulos los juicios del franquismo

El anteproyecto incluye transformar el Valle de los Caídos en un cementerio civil

La Ley de Memoria Democrática declarará nulos los juicios del franquismo
La Ley de Memoria Democrática declarará nulos los juicios del franquismo
E.P.

MADRID.- La futura ley de Memoria Democrática, que este martes pasó su primer trámite en el Consejo de Ministros, declarará "nulos de pleno derecho" los juicios sin garantías del franquismo y permitirá, según cálculos del Gobierno, recuperar de las fosas unos 25.000 cadáveres de represaliados en cuatro años.

El anteproyecto de la norma, que ahora pasará por el examen jurídico del Consejo General del Poder Judicial y del Ministerio Fiscal, prevé transformar el Valle de los Caídos en un cementerio civil en el que se rinda homenaje a las más de 30.000 víctimas de ambos bandos que reposan en la cripta.

Para resignificar el Valle de los Caídos como cementerio civil, se retirará a los benedictinos la custodia de la basílica, aunque, de momento, no está sobre la mesa demoler la gran cruz que preside el recinto.

Estos son algunos de los puntos más destacados de una ley que ahora comienza su tramitación y que prohibirá también aquellas fundaciones o asociaciones que reciban fondos públicos "que promocionen el totalitarismo o enaltezcan figuras dictatoriales", algo que ya ocurre en otros países europeos.

La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, que ha impulsado la norma, explicó que el nuevo texto plantea también suprimir todos los títulos nobiliarios relacionados políticamente con la dictadura.

Asimismo, se retirarán las condecoraciones a personas relacionadas con el régimen franquista y que recibieron esas menciones por su actividad en contra de la democracia, como fue la concedida en su día al policía fallecido Billy el Niño.

Dentro de las medidas para recordar y rendir tributo a las personas que padecieron la dictadura, se transformará el actual Panteón de Hombres Ilustres en un Panteón de España, donde se reconozca el valor histórico de hombres y mujeres españoles de la política, la ciencia o las artes.

En materia de fosas, se creará un banco de ADN que facilite la identificación de los restos todavía pendientes de recuperación, aunque antes será necesario elaborar un censo oficial de víctimas, ya que, aunque hay estimaciones históricas, no existen datos fiables al respecto.

En este ámbito, la futura ley creará una Fiscalía de Sala en el Tribunal Supremo para proteger los derechos de las víctimas de la represión y la dictadura y a la que podrán acudir las familias para presentar denuncias de desapariciones al amparo de los preceptos internacionales sobre derechos humanos suscritos por España.

De hecho, el papel de la Fiscalía especial y la declaración de nulidad de los juicios sin garantías de la dictadura constituyen algunos de los aspectos más delicados, desde el punto de vista jurídico, que se tendrán que esclarecer durante la tramitación de la ley.

Más allá de estos aspectos jurídicos y en el ámbito más simbólico, el anteproyecto incluye el establecimiento de dos fechas conmemorativas, el 31 de octubre, cuando las Cortes aprobaron la Constitución, y el 8 de mayo, fecha de la liberación europea del nazismo, para recordar a las víctimas de la dictadura y a los exiliados españoles.

En esta línea, la norma incluye la atención a colectivos especialmente reprimidos por la dictadura, como mujeres u homosexuales, así como a la etnia gitana.

La protección de los archivos que permitan recuperar ese legado, el impulso a la investigación de episodios históricos represivos e incluso el retorno a España de fondos documentales del exilio también se incorporan a esta ley de Memoria Democrática.

Mención aparte tendrá el ámbito educativo, ya que el estudio de la Memoria Democrática se incorporará al currículum de la educación secundaria y el bachillerato y también a la formación del profesorado.

A diferencia de la Ley de Memoria Histórica en vigor, aprobada durante el mandado de José Luis Rodríguez Zapatero, el anteproyecto prevé un régimen sancionador, con multas de hasta 150.000 euros para casos muy graves.