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CRISIS DEL CORONAVIRUS

Tercer confinamiento en un tercio de Francia

Incluye a la capital París, además de 16 departamentos donde residen 21 millones de ciudadanos de los 70 que tiene el país

Pasajeros con mascarilla ayer en la estación de tren de la Gare de Lyon en París.
Pasajeros con mascarilla este viernes en la estación de tren de la Gare de Lyon en París.
Yoan Valat /Efe

París y un tercio de Francia inician este viernes su tercer confinamiento en un año, que durará al menos un mes y, aunque limitará los movimientos, será más ligero que los de marzo y noviembre. Dieciséis departamentos del país, donde residen 21 millones de sus cerca de 70 millones de ciudadanos, afrontan restricciones con las que el Ejecutivo espera frenar la pandemia en un momento en que la media de contagios roza los 25.000 diarios y la tasa de incidencia en los últimos siete días llega a los 266 casos por cada 100.000 habitantes.

Hasta ahora había un toque de queda en toda Francia de seis de la tarde a seis de la mañana, que en regiones como la de Niza y Dunkerque, en el sur y en el norte, se completaba con un confinamiento durante el fin de semana. Desde este sábado, en esos dos departamentos y en otros 14 se impone un confinamiento toda la semana, y tanto en ellos como en el resto del país, el toque de queda se retrasa a las siete.

Se podrá salir de casa con un justificante a una distancia máxima de 10 kilómetros y sin límite de tiempo, los colegios seguirán abiertos y también los comercios de primera necesidad, una categoría en la que entran las librerías, tiendas de discos o de bricolaje. Según afirmó este viernes el portavoz gubernamental, Gabriel Attal, también las peluquerías. Aunque las fronteras exteriores dentro de la UE siguen abiertas, en las zonas afectadas no se podrá viajar a otras regiones de Francia, lo que ha provocado que las reservas ferroviarias para ir antes de este sábado hacia las costas de Bretaña o del suroeste, por ejemplo, se hayan agotado, y que los atascos para salir de París se triplicaran este viernes.

Bares, restaurantes y lugares culturales y de ocio como museos y cines permanecen cerrados, por lo que las calles se mantienen como el principal punto de encuentro de los franceses.

El presidente, Emmanuel Macron, se había resistido hasta el último momento al confinamiento en la capital y había pedido a sus ministros una fórmula a medida que limitara el impacto, pero la situación se había vuelto insostenible, con una tasa de incidencia el jueves de 446,1 casos.

Este confinamiento costará a la economía un 0,2 % de su producto interior bruto anual y supondrá un coste total de 7.200 millones de euros en un mes para las arcas públicas con ayudas a empresas y trabajadores.