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OPOSITOR RUSO

Navalni es ingresado muy grave en un hospital penitenciario

La presión internacional consigue que el Kremlin traslade al líder opositor

El abogado Alexéi Lipster a su salida ayer del centro penitenciario donde se encuentra hospitalizado ahora el opositor ruso.
El abogado Alexéi Lipster a su salida este lunes del centro penitenciario donde se encuentra hospitalizado ahora el opositor ruso.
SERGEI ILNITSTY/EFE

El líder opositor ruso Alexéi Navalni, en huelga de hambre en prisión desde hace veinte días, ha sido ingresado en un hospital penitenciario tras afirmar sus aliados que su vida “pende de un hilo” y tras las presiones internacionales ejercidas este lunes sobre el Kremlin. Una comisión de médicos del Servicio Federal Penitenciario “decidió trasladar a A. Navalni a un hospital para reclusos, en la región de Vladímir”, a unos 200 kilómetros de Moscú, indicaron este lunes las autoridades penitenciarias en un escueto comunicado.

Según explicó en un “tuit” Leonid Volkov, estrecho colaborador del opositor, éste fue trasladado el domingo al hospital penitenciario sin que fuera avisada su familia. En ese hospital, que se encuentra en la misma región que la prisión en la que cumple una condena de dos años y medio de cárcel por un antiguo caso penal, el líder opositor será examinado por un médico general cada día y recibirá “con su consentimiento” un tratamiento con vitaminas, de acuerdo con las autoridades. Su equipo afirmó este lunes que la condición médica de Navalni “se ha deteriorado tanto que incluso la Administración reconoce la necesidad de hospitalización”, aunque este lunes mismo las autoridades penitenciarias habían reiterado que el estado de salud del opositor es “satisfactorio”.

Alexéi Liptser, uno de los abogados de Navalni, pudo este lunes verle, pero “solo unos minutos”. En declaraciones a la prensa en el exterior de la cárcel donde está el hospital, el letrado dijo que un funcionario notificó este lunes a Navalni que la “exigencia de que llamaran a un médico para ser examinado no puede ser satisfecha por las leyes”. “Esto no propicia la solución de esta situación. Nada impide que le lleven a un especialista (...)”, señaló. Navalni lleva casi tres semanas en huelga de hambre para exigir que le permitan ver a sus médicos de confianza.

Tiene una doble hernia y una protusión discal, y ha adelgazado 16 kilos desde que ingresó en prisión en febrero pasado y 9 desde que se negó a ingerir comida. Uno de los médicos que le había tratado con anterioridad, Yaroslav Ashijmin, afirmó, al citar un análisis de sangre del 15 de abril, que “puede morir en cualquier momento”.