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Yolanda Díaz: "Quien se opone a subir el salario mínimo nunca lo ha cobrado y no sabe de lo que habla"

Yolanda Díaz es ministra de Trabajo desde enero de 2021 y vicepresidenta del    Gobierno desde que Pablo Iglesias decidió abandonar la política

Yolanda Díaz, vicepresidenta del Gobierno.
Yolanda Díaz, vicepresidenta del Gobierno.
Jorge París

En torno a un millón y medio de personas que cobran el salario mínimo están recibiendo estos días su primer sueldo con el aumento de 15 euros. ¿Le parece suficiente?

Lo que ha hecho el Gobierno es muy relevante, porque no solo no estamos bajando los salarios, como hizo en la anterior crisis el PP, sino que los estamos subiendo un 1,7%, es decir, por encima de lo pactado en la negociación colectiva ordinaria. En diciembre volveremos a subir el salario mínimo y vamos a terminar el mandato cumpliendo con el objetivo de que alcance el 60% del salario medio. Hablar de salario mínimo es hablar de jóvenes y de las profesiones más precarizadas.

¿Cree que habrá empresas que cerrarán por la subida que se ha aprobado?

No, ninguna. Hay 16 millones y medio de trabajadores asalariados en nuestro país que están sujetos a convenio colectivo y solo un millón y medio que no, es decir, que estamos hablando de quien más lo necesita, de jóvenes, de mujeres: en definitiva, de precariedad. Los agoreros que hoy se oponen a subir el salario mínimo nunca lo han cobrado, no saben de qué están hablando o no quieren saberlo.

Los sindicatos piden llegar a los 1.000 euros en enero. ¿El salario mínimo llegará a esa cifra?

No puedo anticipar la negociación, pero lo cierto es que el informe de los expertos establece en su senda media [un salario mínimo de] en torno a los mil euros para 2022. La vocación del Ministerio de Trabajo es salir de esta crisis mejorando las rentas salariales, y la subida del salario mínimo a 950 euros ya ha servido para cosas muy importantes: se ha reducido la brecha de género en dos puntos y se ha beneficiado a los deciles más bajos a nivel salarial, que son sobre todo jóvenes y mujeres.

¿Por qué una parte del Gobierno, incluida la vicepresidenta Calviño, se oponía a la subida de este año?

Es conocido que hay varias almas en este Gobierno, pero yo represento a Unidas Podemos, y la primera medida que tomé en cuanto llegué al Ministerio fue subir el salario mínimo a 950 euros. Todos los países europeos, excepto dos, han subido el salario mínimo en enero de este año, y tenían una crisis igual que nosotros. Y yo llevo defendiendo desde diciembre del año pasado que justamente cuando hay crisis es cuando más lo necesita la gente.

La inflación es del 4% y la subida del salario mínimo, del 1,7%. ¿Cómo puede permitir un Gobierno progresista que estos trabajadores pierdan poder adquisitivo?

Debemos hacer pedagogía: no vinculemos el salario mínimo al IPC... Las pensiones, por ejemplo, lo están. Pero no es lo mismo. Yo el año pasado subí 50 euros el salario mínimo, muchísimo más que el IPC, y lo voy a subir siguiendo la senda de los expertos, muchísimo más que el IPC. Sé que hay un problema de pérdida de poder adquisitivo, claro que sí, pero el Gobierno, con los sindicatos, ha subido el salario mínimo más de lo que están subiendo los sueldos en la negociación ordinaria, que están creciendo un 1,5%.

¿Es seguro que el nuevo aumento del salario mínimo se producirá en enero de 2022?

Creo que todo lo que digo se cumple, se tardará más o menos, pero se cumple. Esa teoría del goteo, de que concentrando la riqueza en los de arriba va goteando hacia los de abajo, es una falacia. Sé que hay gente en el Gobierno que piensa eso, pero desde luego los hechos empíricos demuestran lo contrario.

¿Son mayoría quienes piensan así en el Gobierno?

Hay distintas interpretaciones en la ciencia económica, pero es evidente que la Comisión Europea ha tomado una salida diferente a la crisis porque la gestión de la crisis anterior fue un error.

Ayer venció el plazo constitucional para presentar los Presupuestos al Congreso. Aunque ya vaya con retraso, ¿avanza esa negociación?

Va a haber Presupuestos, quiero mandar un mensaje de tranquilidad. Pero es verdad que tenemos diferencias. Para nosotros, la vivienda es uno de los principales problemas, es misión imposible pagar el alquiler. Y es muy importante hablar de impuestos: nadie comprende que una pequeña tienda de barrio o un pequeño autónomo paguen más impuestos que una gran empresa. Justamente los que más tienen, más tienen que aportar para que les podamos bajar los impuestos a los que menos tienen. No nos van a juzgar por los indultos, nos van a juzgar por el cambio social que propiciemos, y hay un riesgo cierto de salir de esta crisis más desiguales.

¿Va a aceptar el PSOE su propuesta de un tipo mínimo del 15% para el impuesto de sociedades?

Estoy negociando y he de ser prudente. Pero estamos poniendo en marcha un montón de medidas para proteger a la gente que tienen un enorme coste, necesitamos ingresos públicos, y los ingresos públicos tienen que venir de los que hoy no pagan impuestos o no pagan lo que deberían. España tiene un impuesto de sociedades similar al europeo, pero está plagado de deducciones y bonificaciones fiscales que permiten que una gran empresa tribute al 3% o al 1% cuando un trabajador o una empresa pequeña paga muchos más impuestos.

Pero mientras su socio dice públicamente que se abre a la propuesta, Unidas Podemos afirma que no hay entendimiento. ¿Cuál es la verdad?

Creo que me conocen. Si hubiera acuerdo, el acuerdo se haría público. Ya está, hablo con hechos.

Los socialistas argumentan que la ley de vivienda debe negociarse independientemente de los Presupuestos. ¿Ustedes se conformarían únicamente con un compromiso de que se va a regular el alquiler?

En el derecho decimos que donde hay papeles, las barbas se callan. Yo he firmado un documento y se tiene que cumplir, y me tomo las negociaciones muy en serio. Es evidente que el PSOE no quiere aprobar medidas que supongan, de facto, la bajada del precio del arrendamiento. Pero esto ya nos ha pasado con la electricidad, y nosotros estamos aquí para defender el interés general de la gente.