Actualidad

El 85 % de hogares, sin dificultad para la compra de alimentos

Un informe señala que el 61 % de los encuestados cree que su situación es buena

Los precios mundiales de los alimentos han alcanzado su nivel más alto desde 1990.
Los precios mundiales de los alimentos han alcanzado su nivel más alto desde 1990.
Freepik

El 85 % de los hogares españoles puede hacer frente sin problemas a la compra de insumos básicos como los de la alimentación pese al contexto actual de inflación, crisis energética, salida de la pandemia y guerra en Ucrania, según un estudio de la consultora Kantar presentado este martes.

El informe, denominado “Global Issues Barometer”, indica que esto se debe a que los españoles están ralentizando la toma de medidas de contención en el presupuesto del hogar porque consideran que, actualmente, su situación financiera personal y de su hogar en conjunto es buena, tal como afirma el 61 % de los encuestados.

Además, el 69 % dice que puede permitirse comer en un restaurante, frente a un 22 % que asegura que puede permitírselo pero no quiere gastar dinero en este momento.

En tanto, el 44 % afirma que puede tomarse un café en una cafetería, aunque en esta cuestión hay hasta un 42 % que dice que aunque puede pagarlo no quiere emplear el dinero en ello en las circunstancias actuales.

El informe refleja que los hogares abordan bien el día a día y que un 69 % puede hacer frente sin problemas a las facturas básicas, pero, por contra, los gastos grandes que impliquen un medio o largo plazo los ven con cautela o, directamente, imposibles de afrontar.

Así, por ejemplo, un 55 % afirma que no podría asumir la compra de un vehículo y un 31 %, que, si bien podría, no se quiere arriesgar a ello en este momento. Por eso, el estudio concluye que los españoles no ven ahora más allá del corto plazo, reflejando que su principal expectativa, más allá de que concluya la guerra en Ucrania, están en el “carpe diem”, es decir, irse de vacaciones y volver a celebrar eventos de vida (bodas y otras celebraciones), aspectos pospuestos por la pandemia.

Cambio de hábitos

Sin embargo, el documento advierte de que, con el paso de los meses, irán cambiando hábitos de consumo para ajustarse más al momento actual.

“Seguimos yendo a bares y viendo amigos, pero estamos en la frontera con este muro de contención de la inflación, no nos gastamos todo y tenemos algo en reserva y tener ese equilibro es lo que vamos a ver en los próximos meses”, ha dicho el director del estudio en España, Martin Wohlfart, durante la presentación.

De hecho, aunque el informe indica que un 74 % de los españoles se muestra positivo ante la vida (los que más de Europa), un 72 % ve malas perspectivas económicas para el país debido a la guerra, la pandemia y la inflación.

En lo que respecta a los precios, un 68 % afirma que están subiendo de manera muy aguda, una hipersensibilidad mayor que en otras economías europeas como Alemania, donde un 59 % tiene ese mismo presentimiento con el aumento del coste de la vida; o bien Francia y Reino Unido, con el 49 % y el 48 %, respectivamente. Por ello, cuatro de cada diez españoles dicen que han hecho o harán cambios en su economía doméstica para reducir gastos, mientras que una tercera parte modificará comportamientos que impliquen un respiro para la cartera, como, por ejemplo, hacer menos kilómetros con el coche y ahorrar en el gasto en gasolineras.

Gasto en vacaciones y eventos

Según Wohlfart, el consumidor español está “en un momento muy coyuntural” en el que “va a gastar en vacaciones y con eventos y celebraciones pendientes que tiene muchas ganas de celebrar”, pero “a partir de septiembre, con la vuelta al colegio y el fin de las vacaciones”, se podría observar “cómo empieza a bajar de marcha”.

El informe “Global Issues Barometer” contiene la primera ola de un estudio realizado en 18 países que representan el 57 % del PIB mundial.

Fue realizado sobre una muestra de más de 10.000 personas a través de encuesta abierta entre los días el 9 y 10 de abril de este año, coincidiendo con la séptima semana de la guerra en Ucrania y con el impacto de la noticia de que los precios mundiales de los alimentos alcanzaron su nivel más alto desde 1990.