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PROTESTA EN MADRID

El PP enarbola la Constitución ante la "insoportable humillación" de Sánchez a España

Núñez Feijóo ha estado arropado por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, barones autonómicos y por su nuevo comité de dirección

La vicesecretaria de Igualdad y Conciliación del PP, la oscense Ana Alós, junto al alcalde de Madrid José Luis Martínez Almeida o la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, entre otros cargos del PP.
La vicesecretaria de Igualdad y Conciliación del PP, la oscense Ana Alós, junto al alcalde de Madrid José Luis Martínez Almeida o la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, entre otros cargos del PP.
PP de Huesca

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, arropado por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, barones autonómicos y por su nuevo comité de dirección, ha enarbolado la Constitución en su 45 aniversario ante la "insoportable humillación" a la que el Gobierno de Pedro Sánchez somete a los españoles con sus pactos con los independentistas.

En un mitín en el centro de Madrid, esta vez en el parque del Templo de Debod a pocos metros de la sede del PSOE en la calle Ferraz, Feijóo ha arengado a miles de ciudadanos a que "no se rindan" y a "derribar el muro" que ha construido el presidente del Gobierno para dividir a los españoles.

"No será la última vez que convoque a todos los españoles que creen en la libertad, en la Constitución, en la convivencia y en la igualdad. Estaremos mientras sea necesario defender la verdad frente a la mentira y defender la democracia", ha reiterado Feijóo en varias ocasiones tras acusar a Sánchez de poner a "un experto en guerrillas latinoamericanas" para mediar entre España y Cataluña.

El líder de los populares, que ha recibido un baño de multitudes al ser saludado por decenas de personas antes de subir a la tribuna para empezar su intervención, ha dejado claro que el PP no "va a blanquear" las alianzas de Sánchez con "encapuchados de Bildu" ni "vamos a normalizar los escándalos por más que sean continuos", por lo que ante el "caldo" que "cultivan" con sus pactos con Junts "tendrán varias tazas de caldo democrático al día".

"No vamos a aceptar la opacidad de unas reuniones ni negociaciones en la clandestinidad de la dignidad y democracia de España", ha arremetido Feijóo contra el diplomático salvadoreño Francisco Galindo Vélez que será el verificador en la mesa de negociación entre el PSOE y Junts.

Una figura que también Ayuso ha rechazado al calificarle como un "comisario político".

"Es una humillación insoportable... Exijo en nombre de este país que cese este despropósito para comprar más tiempo para vivir en la Moncloa. En nombre de los españoles, no", ha recalcado el presidente del PP, mientras los asistentes con banderas de España y de Europa repetían con fuerza ese 'no'.

Es una "vergüenza" que España "tenga que estar controlada por un comisario político paralegal a la altura de las FARC". "Nos deja como si fuéramos dos Estados", ha dicho la presidenta madrileña que incidía en el "daño que se está haciendo a la convivencia y a la credibilidad de la nación".

"El daño es inmenso...Están rompiendo España a velocidad de vértigo", ha dicho tras acusar a Sánchez de intentar controlar a los jueces y "colonizar" las instituciones.

Ante todo ello, Feijóo, Ayuso y Almeida, que también ha intervenido en el acto, han asegurado que el PP "plantará cara cueste lo que cueste" y mientras Feijóo ha instado a "derribar el muro" de Sánchez con la Constitución, Ayuso ha hablado de "abrir ventanas y tender puentes, porque nosotros seremos fieles" a la Carta Magna.

En un ambiente festivo, en el que según la Delegación del Gobierno han participado 8.000 personas y según el PP 15.000, los asistentes han vitoreado a Feijóo y a la presidenta madrileña con un "tú si que vales", al tiempo que también gritaban "Puigdemont a prisión" y hacían mención a la célebre frase "me gusta la fruta" que dijo Ayuso cuando reconoció que había insultado a Pedro Sánchez.

"Buenas tardes y buena fruta", terminaba la presidenta madrileña su discurso minutos después de que el alcalde de Madrid también señalara al público: "¡No os olvidéis de tomar fruta de postre!".

Los tres dirigentes políticos han incidido en la unidad de España, en la democracia nacida hace 45 años y en las libertades y han criticado que los socialistas "hundan cada región que tocan", decía Ayuso.

"Por mucho que se empeñen los enemigos de España, la Constitución es nuestro futuro y nos protege a todos y por eso hay que defenderla aquí, en Waterloo y en todo el mundo", recalcaban Ayuso y Almeida tras avisar la presidenta madrileña que Sánchez "quiere levantar un muro para protegerse de la democracia y de los jueces".

Defender la unidad y la convivencia "no va de izquierdas y derechas" y "por encima de las ideologías, decir 'no' a la amnistía es defender la Constitución y a España", puntualizaba la presidenta madrileña.

"Nos tienes aquí a todos detrás", le decía el alcalde de Madrid a Feijóo cerrando nuevas filas en el partido y dejando claro que todos ellos confían en él "para sacar adelante esta situación".

Feijóo no ha criticado la legitimidad del nuevo Gobierno de coalición pero si su "sinrazón", "amoralidad" y "desvergüenza" por querer llegar a la Moncloa a cambio de pactos "secretos", alianzas "penosas" y con "rendición de honores..ante el que está en busca y captura".

Durante las intervenciones se han coreado en varias ocasiones vivas a España y a la Constitución y tras escucharse el himno nacional, un millar de asistentes -según la Delegación del Gobierno- se han desplazado hasta la sede del PSOE en Ferraz para continuar la protesta con otra concentración convocada por Vox.

Y es que algunos diputados del partido que dirige Santiago Abascal han querido acercarse al acto del Templo de Debod para apoyar y defender la Carta Magna.

"No es el momento de los partidos ni de los colores y es fundamental que todos nos manifestamos contra el golpe de Estado que se está perpetrando", señalaba el secretario general del grupo parlamentario Vox, José María Figaredo, minutos antes de la llegada de los populares.