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LA ENTREVISTA

Manuel Campo Vidal: “No hay evidencia de que la CIA apoyase al comando etarra”

El periodista, sociólogo y presidente de Next Educación ha publicado un libro sobre las claves del asesinato de Carrero Blanco

Manuel Campo Vidal.
Manuel Campo Vidal.
S. E.

Manuel Campo Vidal, periodista, sociólogo y presidente de Next Educación, ha publicado el libro Las claves de la información en el asesinato del Presidente Carrero Blanco en el que sostiene que “solo ETA” fue responsable del asesinato del presidente del Gobierno Luis Carrero Blanco el 20 de diciembre de 1973 en Madrid.

En este libro, reedición de su precedente Información y servicios secretos. El atentado al presidente Carrero Blanco, el periodista analiza los circuitos informativos del 20D y desvela los motivos por los que Italia conoció el asesinato de Carrero antes que España. “Fue la ANSA, la Agencia Nacional de Noticias Italiana, la primera que trasmitió la información certera de que Carrero había muerto a consecuencia de aquella explosión, muy por delante de otras agencias internacionales presentes en España y, por supuesto, antes que la Agencia Efe, sujeta al control informativo del Gobierno”.

Sin embargo, argumenta que hoy en día con las redes sociales y con un mapa de la comunicación tan denso, “resultaría casi imposible controlar siquiera por unos minutos una información de esta potencia, pero hace cincuenta años el control de la información resultó vital para controlar el país. Y ese control se ejerció de forma muy precisa y controlada”.

Y explica que “todos los investigadores, las universidades con libros publicados, los profesores de historia y, además, los periodistas hemos llegado a la conclusión de que no hay evidencia de que nadie ayudara a ETA, salvo Genoveva Forest y Alfonso Sastre”.

En referencia a otras hipótesis Manuel Campo asegura que “no había ningún interés en desestabilizar España por parte de los Estados Unidos”. En este contexto, añade que “Carrero acababa de negociar una nueva renovación de los acuerdos para instalar bases norteamericanas en España y negoció dos veces con Henry Kissinger, quien era el secretario de Estado de los Estados Unidos, con resultado de éxito”. Por ello, afirma que “no hay ninguna evidencia de que la CIA u otro servicio secreto extranjero estuviera apoyando al comando etarra”.

Campo dice que le apena “ver a algunas personas con una trayectoria periodística importante, aparecer en entrevistas diciendo, por ejemplo, que unos agentes de la CIA o de cualquier otra organización, la noche anterior, metieron unas bombas antitanque en el túnel que estaba preparado para el atentado”.

Otro aspecto analizado en el libro es que Carrero estaba programado como presidente del Gobierno número dos del régimen de Franco para prolongar de hecho su vida. “Franco iba a fallecer antes por razones de edad y si no hubiera habido un atentado, así sucedería. Se trataba de prolongar el franquismo sin Franco. Se puede decir que es un acelerador del proceso de transición”. Además, indica que “aunque no hubiera muerto Carrero, la democracia hubiera llegado igual, porque España era ya una isla de dictadura en Europa”.