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DATOS ECONÓMICOS

La tasa de emancipación juvenil subió al 16,3 % en 2023

Aún queda por debajo de los porcentajes registrados antes de la pandemia

Un joven mira anuncios de pisos en Huesca ciudad.
La forma de independizarse más común en esta franja de edad es el alquiler
Laura Ayerbe

La tasa de emancipación juvenil en España subió hasta un 16,3 % en el primer semestre de 2023, cuatro décimas más que en 2022, cuando se quedó estancada en un 15,9 %, y supera el 16 % por primera vez desde el primer semestre de 2020, el primer año de la pandemia, según la última edición del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España (CJE).

Si bien, el informe, presentado este martes, destaca que este porcentaje aún queda por debajo de los anteriores a la crisis ocasionada por la pandemia de la covid-19 y “muy lejos” de los resultados anteriores a la Gran Recesión de 2008, cuando rebasaba el 25 % de personas jóvenes emancipadas. Además, los autores del informe indican que la tasa de emancipación de los jóvenes españoles sigue “muy por debajo” de la media de la Unión Europea, que era del 31,9 % en 2022.

En cuanto a la forma más común de emancipación de las personas jóvenes en España, el estudio señala que es el alquiler. Sin embargo, añade que la subida de precios ha hecho cada vez más difícil poder acceder a un alquiler que suponga, como mucho, el 30 % del salario mediano de una persona joven.

En concreto, la investigación indica que el precio mediano del alquiler en el primer semestre de 2023 era el más alto desde que existen registros: 944 euros al mes. Esto supone el 93,9 % del salario mediano neto de una persona joven. Además, apunta que el precio se encareció un 9,3 % con respecto a un año antes y un 63,9 % con respecto al precio que tenían las viviendas de alquiler hace diez años. Por su parte, las habitaciones se encarecieron un 7,1 % en un año.

El estudio recoge que el salario medio joven subió un 5 % hasta alcanzar los 12.062,59 euros netos al año pero puntualiza que la fuerte subida de los precios causó que el poder adquisitivo de una persona joven trabajadora se redujera un 3,3 % en un año. También señala que los ingresos de un hogar joven se habían reducido un 6,6 %.