“Todos los artistas grandes han empezado en salas pequeñas que confiaron en ellos”

La música en directo está en la esencia de la sala Edén, ¿qué crees que aporta los conciertos en vivo a una ciudad como Huesca?Aporta cultura y, sobre todo, da a conocer a muchísimos artistas en sus inicios. No nos podemos comparar con gente que llena estadios, pero todo el mundo empieza en algún sitio. Me habría encantado ver a Amaral en el bar, pero aún estaba en la tripa. Claro, estaba empezando, ahora la ves en estadios. Todos los artistas y grupos que hoy son grandes han tenido que empezar en salitas chiquititas que han confiado en ellos. También, el hecho de que en Huesca haya mogollón de grupos, ofrecer que tenga un espacio que les guste, para empezar a dar conciertos en su propia ciudad.

¿Qué lugar ocupa la sala Edén en tu memoria personal y en la de las y los oscenses?Para mí el bar es todo. Si el bar hubiera sido una persona, mi padre lo hubiera querido como un hijo. Es nuestra vida, comemos de ahí. Y hay un sentimiento de cariño. Mi padre e Isidoro se lo trabajaron mucho para que ocupara un sitio en esta ciudad aparte de para salir de fiesta y crear ocio, para crear cultura. Es un sitio muy especial para nosotros y para los clientes que vienen, que a muchos los consideramos prácticamente familia.

¿Qué actuaciones pasadas recuerdas especialmente y a quién te gustaría o te hubiera gustado ver tocando en la Edén?A muchos no he ido, era muy pequeña. Y me acuerdo ya no de gente tocando sino de mi padre diciendo ‘¿sabes quién ha estado?’. Tengo recuerdo y muy bueno de ir a ver a Despistaos, y de La Fuga; a Wyoming, a quien no llegué a ir a ver, pero sí lo recuerdo en las pruebas de sonido. Me hubiera gustado ver a La Moda.

¿A dónde te gustaría llevar la sala en un futuro a medio, largo plazo?A veces pienso, eran dos que se repartían el bar y la música. Hoy estoy con mi madre, pero el día de mañana..., y me pregunto ¿cómo voy a jugar con las dos cosas a la vez? Me gustaría combinar el ocio nocturno y cada cierto tiempo, conciertos. Sobre estilos musicales, antes estaba muy marcado en el rock, pero sí me gustaría abrir las puertas a grupos que muevan a gente más joven. No he pensado en definir la sala por un solo estilo de música.

¿Quién es Chulia cuando sale de detrás de la barra del bar?Cierro la verja y soy la misma persona, porque el bar siempre lo tienes en la cabeza. Pero no me cambia el genio ni el tener ganas de dormir (ríe). Con esto sí que me acuerdo muchas veces de mi padre, de decir... ¿pero cómo vivía tranquilo este hombre? Obviamente sacas tiempo. Me encanta ir a la montaña, ahora vivo en el pueblo ‘muuuy tranquila’. El año pasado me apeteció montar un huerto y lo mantuve. Ahora mi tío me ha dado la confianza y pongo cosas en el suyo. Y he empezado a escalar hace un año y pico, y estoy siendo constante.

¿Qué te da la vida en el pueblo?Estoy mucho más tranquila. Sobre todo después de Navidad, es el sitio perfecto, porque vienes a trabajar y ves a mucha gente, y te levantas en Alcalá, sales a la calle y tienes tranquilidad, y mira que Huesca es tranquilo, pero va más allá. Te vas a un camino y sabes que no te vas a cruzar a nadie.

¿Un lugar preferido de la provincia?Más allá de mi pueblo o si voy a la montaña... En Tramacastilla estoy muy a gusto. Siempre he ido de cría, mis abuelos, mis tíos y mi padre ya iban y han estado mucho en verano. De hecho mi perra se llama Tena, por Tramacastilla de Tena. Lo he frecuentado bastante.