Lambán y Beamonte rebajan la tensión y sus reproches en su último cara a cara

ZARAGOZA.- El presidente de Aragón, Javier Lambán, y el líder del PP, Luis María Beamonte, han protagonizado este viernes su último cara a cara de la legislatura en las Cortes y han rebajado la tensión en sus intervenciones, recurriendo a los reproches habituales, con menos calificativos.

En la última sesión de control en las Cortes, a once días de la disolución del parlamento -solo queda un pleno de tramitación legislativa-, Beamonte ha preguntado a Lambán por las consecuencias de la falta de presupuesto, una renuncia a gobernar que tiene repercusiones porque difícilmente se pueden acometer nuevas inversiones, "por mucho que quiera lanzar balones fuera", y cronifica los "agujeros presupuestarios" derivados del año pasado.

Su mandato, le ha espetado, demuestra dos fracasos, el suyo como presidente y del "pacto radical de izquierdas" que le aupó a la presidencia, porque "el socialismo radical y el populismo comunista no se han entendido bien", solo lo han hecho para "amarrar los sillones".

"El atraco impositivo" que le ha permitido disponer de 1.300 millones de euros más que el anterior Gobierno, más conflictos y "mucho agitar banderas" pero no buscar soluciones a los problemas, con la sanidad como "gran fracaso", es el resumen de ese pacto para Beamonte, y lo normal, dado que Lambán ha renunciado a gobernar, es que los aragoneses, en las elecciones del próximo 26 de mayo, le manden a la oposición.

Porque en opinión de Beamonte, el mandato de Lambán se ha caracterizado por "mirar permanentemente a Ferraz" por los conflictos internos del PSOE y por el sectarismo, que es lo que los socialistas "llevan en su propio ADN", en lugar de ejercer como presidente.

Un balance que en palabras de Lambán es "una pura exageración" porque lo exige el guión, ya que la prórroga presupuestaria no supone un quebranto para la comunidad, -y presentará las cuentas tras las elecciones, que espera ganar-.

Ha asegurado que su Gobierno trabaja con absoluta normalidad y que Aragón sigue liderando el crecimiento de la economía, y de hecho, las exportaciones "van como un tiro".

"Aragón va bien" y prueba de ello, ha incidido Lambán, es que Beamonte ha pasado inadvertido los cuatro años de legislatura porque "prácticamente no ha ejercido" como líder de la oposición, limitándose a hacer las preguntas de los últimos viernes de cada mes y logrando un "auténtico récord", al pedirle solo una comparecencia en el parlamento.

Y tras afirmar que Beamonte ha sido el líder de la oposición "más ausente de la vida parlamentaria que jamás a existido", ha subrayado, en cuanto a los "agujeros presupuestarios" que vaticina el presidente del PP por la prórroga, que Aragón lidera el gasto social y el crecimiento de la economía y cuenta con un gobierno innovador, feminista y responsable en el manejo de las cuentas.

Hasta el punto, ha remarcado, que este año por primera vez en muchos se va cumplir la regla de gasto, algo que no puede decir Beamonte del ayuntamiento de Tarazona, donde después de doce años gobernando con mayoría absoluta va a tener que aprobar un plan económico-financiero.

Para Lambán, eso es reflejo de la "verdadera catadura" de Beamonte como gobernante, "incapaz de controlar las cuentas en su ayuntamiento", cuando tiene la presión fiscal más alta de toda comunidad, lo que el "descalifica" para hablar de fiscalidad y de política de control del gasto.

Demasiados "flancos débiles" que, en opinión de Lambán, explican que haya pasado "totalmente desapercibido" durante la legislatura en el parlamento.