Aragón

ALTO ARAGÓN - COLABORAN: CAJA RURAL DE ARAGÓN Y DIPUTACIÓN DE HUESCA

Ayudas a familias y arrendatarios en trece núcleos sin nacimientos en siete años

Se buscan niños para asegurar el futuro de la escuela de Paúles de Sarsa, que se queda con 4 alumnos

Ayudas a familias y arrendatarios en trece núcleos sin nacimientos en siete años
Ayudas a familias y arrendatarios en trece núcleos sin nacimientos en siete años
J.M.SANTOS

Los trece pueblos adscritos a la escuela de Paúles de Sarsa, en el Biello Sobrarbe, no han tenido ni un solo nacimiento en siete años. Con el paso de dos de los seis alumnos al instituto, se quedarán cuatro para los dos próximos años. Aunque no hay una amenaza de cierre, los ayuntamientos afectados de Aínsa-Sobrarbe y Bárcabo, en coordinación con el maestro y los padres del centro, han buscado soluciones para el futuro no solo de la escuela sino de los pueblos del entorno, donde el más grande, Arcusa, apenas supera los 20 vecinos.

Ya no es solo dar ayudas para buscar una familia con niños que quiera instalarse en la zona, sino además facilitar el acceso a una vivienda con apoyo a los arrendatarios. Aínsa-Sobrarbe ya ha emitido un bando y ha convocado una reunión para explicar estas subvenciones para el próximo día 30, a las 17 horas, en el local social de Arcusa. Bárcabo se va a sumar.

El Ayuntamiento de Aínsa-Sobrarbe ofrece ayudas económicas para arrendadores de casas o pisos con las localidades del entorno de Paúles de Sarsa, con hasta 1.200 euros al año. Además, concederá hasta 750 euros al año para 2020 y 2021 a los arrendatarios con hijos matriculados en el Ceip de Paúles de Sarsa, detalla el bando. En este sentido, Bárcabo lanzará una línea de ayudas para los pueblos de su municipio, según explica su alcaldesa Carmen Lalueza.

EL PROBLEMA DE LA VIVIENDA

"El problema más importante de la despoblación es la vivienda", indica el alcalde de Aínsa-Sobrarbe, Enrique Pueyo, tras constatar las dificultades de personas que se han querido instalar. "Si alguien quiere venir a vivir aquí, es difícil que encuentre casa y, por ello, buscamos opciones", apunta. No porque no haya, sino porque son de turismo, segundas residencias o están en malas condiciones.

Pero también se han dado cuenta de que cuando hay disponibles, se ocupan. En Latorrecilla, una pareja se ha instalado en una vivienda municipal que se acondicionó con las ayudas de la Diputación Provincial de Huesca. Esta institución, consciente de la problemática, envió un documento al Gobierno central con una serie de medidas para que se incluyeran en la Estrategia Nacional del Reto Demográfico, que se anunció que se presentaría esta primavera. Propone que existan herramientas legales para que los ayuntamientos faciliten la puesta de vivienda en el mercado, sobre todo en alquiler, a través de acuerdos con propietarios.

Por su parte, el Ayuntamiento de Bárcabo quiere poner a disposición de una familia que se quiera instalar una vivienda municipal que ahora tiene un uso turístico.

El Biello Sobrarbe, entre la Sierra de Guara y la localidad de Aínsa, es una de las áreas más despobladas. Arcusa, con poco más de 20 habitantes, es la localidad más grande del entorno de Paúles de Sarsa (14 vecinos). Además, están Las Bellostas (5), Sarsa de Surta (3), El Coscollar (4), Mondot (3) y Castellazo (13), en el municipio de Aínsa, según detalla el alcalde. Por otro lado, en el municipio de Bárcabo están la localidad que le da nombre (12-15), Eripol (6), Betorz (2), Lecina (8-10), Almazorre (14-15), Santa María de la Nuez (7-8) y Hospitaled (8-10), apunta su alcaldesa. En todas estas, es donde los nuevos pobladores podrán recibir las ayudas.

Es una zona que se encuentra lejos de todo. Bárcabo, por ejemplo, se sitúa a 40 kilómetros de Barbastro y a 33 de Aínsa pero por vías que necesitan mejoras. Lalueza confía también en la mejora de internet con el programa de extensión de la banda ancha que ha empezado a desarrollar la Diputación Provincial de Huesca.

"Es importante mantener los servicios educativos y médicos para que venga gente a residir aquí", indica el maestro José María Santos, que lleva 18 años en un centro y cuando empezó había 5 alumnos, pero ha llegado a tener trece. "Lo hablamos en el consejo escolar y las medidas no son de un día para otro, por lo que teníamos que empezar ya. Los ayuntamientos han tenido muy buena disposición, y aunque hay cosas que no pueden solucionar, se puede facilitar que haya viviendas en alquiler para todo el año, porque no hay", resalta Santos como uno de los problemas.

En el plano educativo, José María Santos plantea que una escuela con pocos alumnos no es ni mejor ni peor que una grande. Considera que el debate está mal enfocado, y que la clave está en la metodología educativa. Sus alumnos son de Paúles, Mondot, Hospitaled y Samitier. Y aunque el de esta última localidad tendría que ir a Aínsa, sus padres han preferido llevarlo a este centro.