Aragón

ALTO ARAGÓN - NUEVO TRAMO AUTOVÍA MONREPÓS

Gran despliegue de maquinaria para los movimientos de tierra en la autovía A-23

Excavaciones Hermanos De Pablo ha ejecutado este tipo de trabajos

Gran despliegue de maquinaria para los movimientos de tierra en la autovía A-23
Gran despliegue de maquinaria para los movimientos de tierra en la autovía A-23
S.E.

HUESCA.- Al margen de la construcción de los nuevos túneles y viaductos en este tramo de Monrepós, otro de los elementos esenciales en la obra ha sido la intervención directamente sobre el terreno para adecuarlo a las exigencias de una autovía. Para ello, uno de los trabajos principales y con los que comienza toda obra es el movimiento de la tierra y terraplenes, además de la realización de las voladuras necesarias y su consecuente extensión de capas unido al transporte de tierra de unos puntos a otros.

En la ejecución de este tipo de trabajos en la A-23 desde el año 2010, ha estado presente la empresa Excavaciones Hermanos de Pablo, en las diferentes fases de la misma. Desde el verano del año 2016 y hasta principios del presente ejercicio, sus tareas se han centrado en el tramo que conecta Caldearenas con Lanave, más en concreto desde el túnel más corto situado en el Alto de Monrepós, tal y como detalla el gerente de la empresa, Eduardo de Pablo.

Con respecto a los movimientos de tierra, en todas las labores su maquinaria operaba hasta dejar a cota todo el terreno, justo hasta la fase previa al asfaltado. Según señalan, uno de los desmontes más fuertes lo realizaron en la actuación desarrollada a la altura de la panadería de Lanave. "El volumen más importante en cuanto a movimiento de tierras fue en esa zona". Para la consecución de todos estos trabajos, emplearon una importante flota de máquinas como retroexcavadoras, diferentes tipos de camiones, buldócers, lagartos o cubas de regado.

Además de las actuaciones directamente sobre el terreno, esta obra exigió también la instalación de dos molinos para fabricar "in situ" los diferentes áridos empleados. Para ello, tras las diferentes voladuras, utilizaban la piedra obtenida, que se machacaba en estos molinos. Las dos estructuras, según explican, cambiaban de ubicación según las diferentes necesidades de la obra y la existencia de material (piedra).

La participación de la empresa en esta obra ha supuesto, según indican, una gran parte de su trabajo y facturación anual. A pesar de ello, las actuaciones han contado con dificultades añadidas, principalmente propiciadas por el terreno, la orografía y la climatología, que ha influido en los trabajos. "Las diferentes intervenciones cambian mucho de realizarlas en zonas como el Pirineo a llevarlas a cabo en partes más llanas y con un terreno más blando. Es mucho más complejo, a lo que se suman las bajas temperaturas, las heladas y nevadas que hemos vivido en Monrepós durante este tiempo", concluye Eduardo de Pablo.