Aragón

ELECCIONES AUTONÓMICAS

Los partidos van cogiendo posiciones en la carrera por lograr el poder en Aragón

Las ochos formaciones tendrán hasta el 20 de agosto para llegar a un acuerdo de investidura

Podemos se reunirá el lunes con los socialistas
Podemos se reunirá el lunes con los socialistas
C.A.

ZARAGOZA.- Aún no han pasado veinticuatro horas desde que se cerraron las urnas y los partidos políticos aragoneses, ante unos resultados que, o reconozcan o no, les han desconcertado a todos, ya están dispuestos para el "preparados, listos... ¡ya!" que dará inicio a una negociación que se prevé a cara de perro por conseguir gobernar en las principales instituciones de la Comunidad.

Algunos cuentan con un dorsal que les asegura el podio -aunque sin poder determinar en qué cajón se subirán- y otros saben que son meros comparsas, que por mucho que corran no habrá premio para ellos. Ni siquiera de consolación.

El PSOE ganó la batalla previa este domingo, al logar concitar, a nivel autonómico, el apoyo de 204.000 aragoneses, 60.000 más que en los pasados comicios a Cortes, los de 2015. Le han servido para incrementar sus diputados de 18 a 24, pero no para garantizar los 34 votos necesarios para una mayoría del bloque de la izquierda debido, sobre todo, al "tortazo electoral" que se ha dado Podemos, que pasa de 14 escaños a 5.

Así lo ha calificado este lunes el secretario general de la organización, Nacho Escartín, una vez reposados los datos y tras reconocer que los resultados requieren un análisis profundo y autocrítica "llena de contenido", también a nivel estatal, donde la formación morada transita por las elecciones perdiendo cada vez más apoyos.

De este modo, relegado Podemos al papel de comparsa y sin capacidad real de influir en ninguna institución, al aspirante socialista, Javier Lambán, solo le queda una opción para repetir como presidente: que el líder nacional de Ciudadanos, Albert Rivera, decida levantar el veto a los socialistas y autorice que en Aragón se pueda llegar a un pacto con los socialistas.

En Ciudadanos ya han creado un comité nacional de negociación de gobiernos para acordar "los mejores pactos". En Aragón, la formación naranja podría pactar con el PSOE, ya que sus 12 escaños suman 36 con los de los socialistas, o con el PP para formar un Gobierno "a la andaluza", aunque en este caso se requeriría necesariamente el voto afirmativo a una investidura de los tres diputados de Vox.

Aunque se manifestaron juntos en febrero en la plaza de Colón contra el Gobierno de Pedro Sánchez, el partido de ultraderecha tiene diferencias en principio irreconciliables con el PAR en asuntos como el trasvase, la organización territorial o el desarrollo del Estatuto de Autonomía.

Y los tres escaños que ha obtenido el PAR (tres menos que la anterior legislatura) se perfilan clave para las aspiraciones de Lambán. El presidente de los aragonesistas, Arturo Aliaga, ha lanzado este lunes un mensaje a quienes pretenden ganar la carrera: negociará siempre sobre un programa de gobierno "completo" y no entrará en acuerdos "raros" que vulneren el adn del partido. Ha rehusado decir "sí o no" a un posible apoyo a un Ejecutivo en el que entre Vox.

Lambán, entretanto, considera "rotunda" la victoria de ayer pero reconoció en público que no se puede permitir "ni un minuto de descanso". Quiere empezar a hablar hoy mismo con el resto de grupos, pero advierte: sería una "indecencia" que algunos consideraran a Vox un aliado parlamentario.

Apela directamente al PAR, a quien recuerda que no puede pactar con un partido que desdeña la Constitución y que funda su razón de ser en el Estatuto de Autonomía que Vox no quiere desarrollar.

En el otro lado, el PP, que ha perdido cinco diputados y 45.000 votos desde las autonómicas de 2015, parecía el domingo, cuando esperaba datos definitivos, que había ganado. Su alegría se debía a que el bloque de derechas suma en las Cortes, lo que el líder popular, Luis María Beamonte, interpreta como un deseo cierto de los aragoneses de tener "una alternativa al gobierno radical de izquierdas".

También dijo el domingo que iba a iniciar los contactos este mismo lunes mismo. Y la secretaria general, Mar Vaquero, concretaba este lunes: reconocen a Vox como interlocutor válido para conformar gobiernos por respeto a lo que han dicho las urnas. "Lo ha aceptado la ciudadanía, es una democracia", ha dicho.

En CHA, por su parte, se debaten entre la alegría por haber incrementado sus diputados de dos a tres y la profunda tristeza por haber perdido su representación en el Ayuntamiento de Zaragoza, donde tenían concejales desde 1995. En cualquier caso, sus votos no serán determinantes como en 2015, cuando los dos escaños les sirvieron para entrar en un Gobierno de coalición con el PSOE y hacerse con la consejería de Vertebración del Territorio que ha ostentado esta legislatura pasada el presidente del partido, José Luis Soro. IU, además, mantiene su único escaño.

De esta forma, en el Parlamento aragonés más fragmentado de la historia, con representación de ocho fuerzas políticas, es previsible que algunos tendrán que hacer encaje de bolillos para garantizar la estabilidad. De momento, la carrera ya ha comenzado.

PLAZOS PARA NEGOCIAR

Los ocho partidos que han obtenido representación en las Cortes de Aragón tienen de tiempo hasta el 20 de agosto para lograr un acuerdo para la investidura del nuevo presidente de la Comunidad, y en caso contrario habrá que disolver el Parlamento y convocar nuevas elecciones.

Las Cortes se constituirán el 20 de junio y, según el reglamento del Parlamento, desde ese momento la Presidencia del Parlamento, previa consulta con las fuerzas con representación y oída la Mesa de la Cámara, propondrá un candidato dentro de los días siguientes.

Formulada la propuesta, se convocará el pleno de investidura, en el que el candidato deberá obtener, en la primera votación, el voto de la mayoría absoluta de los miembros de la Cámara.

Si no lo consiguiera, se celebrará una nueva votación veinticuatro horas después y la confianza se entenderá otorgada si en ella obtuviera mayoría simple.

La mayoría absoluta supone recibir el voto positivo de la mitad más uno de los diputados, es decir, 34. La mayoría simple se consigue cuando el número de votos afirmativos es superior al de negativos.

Si en ninguna de estas votaciones el candidato consigue la confianza de la Cámara, se tramitarán sucesivas propuestas por el mismo procedimiento. Entre ellas debe de transcurrir un plazo no superior a diez días.

Pero si pasan dos meses desde la constitución de las Cortes, es decir, se llega al 20 de agosto sin que ningún candidato consiga ser investido, el Parlamento se disolverá y se convocarán nuevas elecciones.