Aragón

ALTO ARAGÓN - RECURSOS HÍDRICOS

Las cuencas de Gállego-Cinca y del Aragón, en alerta por escasez de agua

La reserva de los embalses está por debajo de la media de los últimos 5 años

Las cuencas de Gállego-Cinca y del Aragón, en alerta por escasez de agua
Las cuencas de Gállego-Cinca y del Aragón, en alerta por escasez de agua
R.G.

HUESCA.- La imagen de gente paseando por el lecho del pantano de Mediano, donde la torre de la iglesia del pueblo que hace años sumergió el pantano bajo sus aguas está estos días totalmente al descubierto, da cuenta de la situación en la que se encuentra este embalse, uno de las más afectados por la falta de reservas hídricasque se extiende a toda la margen izquierda de la cuenca del Ebro. Mediano se encuentra al 16,8 por ciento de su capacidad y es el reflejo más penoso de la escasez de agua en los pantanos del Alto Aragón.

La caída continuada de las reservas hídricas, semana tras semana, ha desembocado en que las cuencas del Gállego-Cinca y del Aragón hayan entrado en agosto en situación de alerta (en julio ya estaban en prealerta), según el último informe mensual de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), que destaca, además, que las aportaciones de lluvia acumuladas en los tres últimos meses (junio, julio y agosto) se encuentran, en prácticamente toda la cuenca, por debajo de lo habitual, y varias subcuencas traspasan el umbral de sequía prolongada o se encuentran con valores cercanos a la misma, especialmente en toda la margen izquierda. Y es que el agua que acumulan los embalses de toda la cuenca alcanza el 54 % de la capacidad total de almacenamiento, un porcentaje inferior al registrado en la misma semana del año pasado, cuando estaban el 71 %, y que está por debajo del promedio de los últimos años, que es de un 60%. No obstante, las reservas son superiores a 2017, cuando se anotó el registro más bajo de los últimos cinco años, un 49 %.

La CHE indica que los principales abastecimientos tienen el suministro garantizado, aunque algunas pequeñas localidades, principalmente del Pirineo central y oriental, han tenido que aplicar medidas de ahorro o restricciones por falta de agua.

El uso turístico de algunos pantanos en los que operan empresas de actividades acuáticas se está viendo resentido por la escasez de agua embalsada. En Mediano se pueden practicar actividades, pero la zona de embarque se adentra cada más en el pantano al disminuir el volumen de agua. En este caso, a principios de verano entró en vigor una norma por la que los embalses de Mediano y El Grado se consideran una única masa de agua a efectos de navegación.

También se alcanzó un acuerdo con los regantes del bajo Gállego para regular las sueltas de los embalses de Ardisa y La Peña ( este último está al 81 %) para compatibilizar el regadío con los usos turísticos.

El pantano de Barasona, por su parte, se encuentra al 37 % de su capacidad, y no cuenta, según denuncian empresarios, con una mínima lámina de agua estable que permita su aprovechamiento turístico, hasta tal punto que esta misma semana el pleno del Ayuntamiento de Graus ha aprobado una moción institucional en la que se insta a la Comarca de la Ribagorza, el Gobierno de Aragón y la Confederación Hidrográfica del Ebro a buscar soluciones a esta situación que impide su uso turístico, fundamental para la actividad empresarial de la zona.

Los que sí parece garantizado es que la campaña de riego tanto en Riegos del Alto Aragón como en el Canal de Aragón y Cataluña finalizará de manera "aceptable", pese a la caída continua de las reservas y la mayor necesidad de riego por las elevadas temperaturas registradas en agosto.

Eso sí, los pantanos van a quedar exhaustos, y habrá que ver el comportamiento del tiempo en otoño y en invierno, cuánto y en qué momento llueve o nieva, para ver si los embalses se recuperan.