El Museo Diocesano de Barbastro-Monzón lleva 9 años preparado para recibir las obras

BARBASTRO.- El Museo Diocesano Barbastro-Monzón tiene relación con el patrimonio artístico de parroquias altoaragonesas de 49 localidades y sigue pendiente de que se resuelva el litigio planteado por el Obispado de Lérida, el 7 de agosto de 1998. La sentencia reciente del juez Carlos Lobón que ordena la devolución inmediata de 111 obras y bienes recuerda la importancia del Museo, donde hay espacios reservados para este patrimonio religioso.

Varias obras se exponen en fotografías hasta que se trasladen las originales si se lleva a cabo la ejecución provisional de la sentencia, que solicitará el Obispado de Barbastro-Monzón en cuanto la parte catalana presente los recursos. La rehabilitación del antiguo Palacio Episcopal y la consiguiente reforma del interior en un espacio contemporáneo con tres plantas de distribución para diferentes salas, se debió al interés del expresidente del Gobierno de Aragón Marcelino Iglesias, tras publicarse el Decreto definitivo de la Signatura Apostólica, favorable a la Diócesis.

Consta por escrito "el apoyo incondicional del Gobierno de Aragón en este proceso, en todos los niveles con recursos para la construcción del Museo Diocesano en Barbastro, además de los apoyos, técnico, administrativo y económico para recuperación de las obras, traslado, catalogación, conservación y musealización". En estos términos se expresó en 2009 y un año después asistió a lainauguración del espacio, el 15 de diciembre de 2010, en la etapa del obispo Alfonso Milián. Se exponen 300 obras, en depósito, procedentes de iglesias de la Diócesis, y las 86.000 personas que lo han visitado en ocho años -pendiente del censo final de 2019- solo han visto expuestas las fotografías de obras pendientes de devolución en espera de que se sustituyan por la originales que se encuentran en el Museo de Lérida.

La rehabilitación del Palacio Episcopal, de estilo renacentista, llevó consigo la restauración de todas las obras del Museo antiguo ubicado en las dependencias de la catedral desde que se inauguró en mayo de 1978 en la etapa del obispo Ambrosio Echebarría.

El Gobierno de Aragón asumió los costes de la restauración de las obras con recursos de la Consejería de Cultura cuya titular era entonces María Victoria Broto. La colección permanente del nuevo Museo se formó con obras procedentes de las parroquias diocesanas, durante las etapas del primer director, Santos Lalueza, y de sus sucesores, Manuel Iglesias y Enrique Calvera.