Aragón

ALTO ARAGÓN - COLABORAN: CAJA RURAL DE ARAGÓN Y DIPUTACIÓN DE HUESCA

Josefina Loste, pionera en turismo rural: "Abrimos nuestra casa hace 56 años y fue la salvación"

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Josefina Loste, pionera en turismo rural: "Abrimos nuestra casa hace 56 años y fue la salvación"
Josefina Loste, pionera en turismo rural: "Abrimos nuestra casa hace 56 años y fue la salvación"

HUESCA.- Manuel Fraga Iribarne, entonces ministro de Información y Turismo, envió una carta al Ayuntamiento de San Juan de Plan, igual que a todos los municipios de España, para ver quién quería alquilar habitaciones en su casa con derecho a cocina para que los de ciudad conocieran el mundo rural. A aquel programa de "Vacaciones en casa de labranza" solo se apuntó Josefina Loste, de casa Laplaza, que comenzó en 1963, y Casa Anita. Aquella iniciativa fue el germen del actual turismo rural y Josefina Loste, pionera.

Poco tiempo después, fue a contar su experiencia a la Escuela de Hostelería de Guayente, donde había un cura que impulsó la iniciativa, y así nació la Asociación de Turismo Rural. "Abrimos nuestra casa con el turismo rural y eso fue la salvación de los pueblos", asegura Josefina Loste, convencida de su importancia para la supervivencia del medio rural. Y, sobre todo, para el trabajo de la mujer.

Josefina Loste comenzó el turismo rural con su madre. "Al principio, los clientes se traían la comida, pero después veían que nosotros comíamos de las cosas del huerto, de los animales de casa... Y querían comer de lo nuestro porque era más sano", explica. Recuerda cuando un día una familia les dijo que les hicieran la comida y así es como comenzaron a sentarse todos en la misma mesa. "¡Eso sí que era turismo rural y convivencia! Yo he aprendido mucho de la gente que ha venido", indica. Todavía recuerda a unos clientes habituales con siete hijos. "El padre hacía conferencias de 5.000 pesetas y yo me preguntaba a qué se dedicaba. Me dijo que tenía empresas en América, en Barcelona... y que iban allí para que sus hijos vieran lo que era el mundo rural. Nunca fui, pero me invitaron a su casa", indica para resaltar las relaciones que se establecían.

Los dos hijos de Josefina Loste han continuado trabajando en el sector y llevan su hostal Casa Laplaza de San Juan de Plan. Su hijo, que es cocinero, estuvo en Londres y su hija en EE. UU. "La gente me decía si no me daba miedo que no volvieran y, todo podría haber sido, pero si querían dedicarse a esto tenían que aprender idiomas. Y los dos volvieron", indica. Su hija vive al otro lado de la frontera pero en Semana Santa y verano trabaja con su hermano en la casa de San Juan de Plan, que es cuando abren.

Con todo, también asegura que el turismo rural necesita de la ganadería extensiva para su supervivencia. "Tienen que apoyar a los ganaderos porque si no estuvieran, en dos años no tendríamos el monte como lo tenemos. Y trabajan más que no ganan. La gente viene al valle de Chistau porque ven que está cuidado", asegura Loste.