Muebles modernos y hechos a mano en el Pirineo para echar raíces

HUESCA.- Desde Noruega a Sabiñánigo. David Asensio acaba de aterrizar en el Alto Gállego para echar raíces, tras una etapa de aprendizaje en el país nórdico. Su proyecto es montar un estudio de diseño y creación de mueble, que se podría traducir como una ebanistería, pero el nombre más moderno se deriva del concepto del producto: mueble de calidad, sostenible y de diseño más moderno; y del uso de las redes sociales para venderlo.

Asensio es uno de los participantes del taller de empleo de emprendedores que ha puesto en marcha el Ayuntamiento de Sabiñánigo en el Centro de Emprendedores "Locomotora de Ideas", financiado por el Inaem. "Es una oportunidad y tengo muchas expectativas puestas en que me ayude a planificar. Tengo ilusión por que me sirva para acabar con todo bien definido y con el mar de dudas que tengo ahora, despejado", expone este joven de 34 años.

En principio, la definición la tiene clara: "Es una ebanistería, pero como lo asociamos con mueble más clásico, por eso lo llamo estudio de diseño". En su apuesta por la sostenibilidad, defiende el uso de maderas de proximidad y quiere evitar los barnices y derivados del petróleo para utilizar aceites naturales resistentes. Quiere trabajar principalmente con el roble y el nogal y descarta las melaminas. Y todo, bajo la marca: Analog Leaf, con la que ha creado una cuenta en Instagram.

"Creo que mi proyecto es viable. Aunque lo veo complicado, estoy convencido de que cada vez es más factible", asegura David Asensio, tras hacer una reflexión sobre el sector. Hace 20 años, con la revolución de Ikea, se produjo un cambio que tumbó el bagaje que había y el prestigio de la ebanistería de España, comenta. Como consecuencia, hubo ebanisterías que cerraron o que comenzaron a trabajar con melaminas, pero "ahora creo que hay mercado que pide otra calidad y ya no están esos ebanistas". "En el Pirineo, las ebanisterías que se mantienen trabajan más lo rústico, pero apenas hay ofertas de lo moderno. Creo que es complicado, pero es posible. Y lo que quiero es planificarlo y hacerlo bien", explica.

Esta es su apuesta, con la que entronca con su formación académica inicial. Estudió una ingeniería de Diseño Industrial de producto y, aunque después estudió y se ha dedicado a la fotografía, recientemente se ha formado y ha obtenido el certificado de profesionalidad en madera en Zaragoza. De ahí, que haya hecho una estancia de tres meses en Noruega, donde ha estado aprendiendo en un taller de diseño nórdico hasta Navidad.

MUEBLES PARA HEREDAR

Así que tiene claro lo que quiere: montar su taller en el Alto Gállego. Aunque es de Zaragoza, por razones familiares, vivió tres años en Sabiñánigo y se dio cuenta de que lo que le gustaba era el Pirineo. Ahora vive de nuevo en Sabiñánigo y no le importaría poder instalarse en un pueblo próximo más pequeño. Pero tampoco muy lejos de allí, porque considera que está en un lugar ideal para desplazarse a comprar a proveedores, a ver a clientes... De todos modos, por el momento, "si todo va bien, cuando acabe el taller, me lanzaré. Alquilaría un local en Sabiñánigo, haría unos modelos y empezaría a promocionarlos".

Y eso, inevitablemente, le haría echar raíces porque su proyecto conlleva una inversión en maquinaria. De todos modos, es consciente de que necesitará conseguir clientes de más allá de la comarca y para eso quiere servirse de las redes sociales, para promocionar sus productos y vender en el mercado nacional. "Somos muchos los que podemos mostrar nuestros productos por internet y nos podemos permitir el lujo de vivir en el medio rural", asegura. De ahí, que la palabra ebanistería no termine de encajar, porque el modelo de negocio será distinto, aunque el resultado en el fondo será el mismo de antes: "muebles que puedan heredar nuestros hijos", define.