El garbanzo, un cultivo de gran interés en los sistemas de rotación

HUESCA.- La Red Aragonesa de Cultivos Extensivos y Leguminosas- Red Arax destaca la productividad alcanzada en el cultivo de garbanzo en los municipios zaragozanos de Sádaba y Zuera, entre diciembre de 2019 y julio del 2020.

Según informan desde Red Arax en una nota de prensa, los trabajos agronómicos se desarrollaron en dos parcelas trabajadas en colaboración con los técnicos de las Cooperativas San Licer de Zuera y San José de Sádaba, y ahora se han podido analizar a partir de las conclusiones de los investigadores del Banco de Germoplasma Hortícola y del Área de Laboratorios Análisis y Asistencia Tecnológica del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (Cita).

Las variedades comerciales han sido proporcionadas por las empresas de semillas Agrosa, Agrovegetal, Nexo-Isea e Itacyl y se repartieron entre los campos de las cooperativas de Zuera y Sádaba con un sistema de cuatro repeticiones por ensayo, analizándose un total de 108 muestras entre las siembras de otoño (entre los meses de noviembre y diciembre) y primavera (febrero) en secano y regadío.

"Estamos muy satisfechos con la media productiva de 1.240 kilos por hectárea alcanzada en la siembra de primavera en el secano de Zuera. Puede ser un cultivo muy interesante en los sistemas de rotación que aplican tanto las cooperativas como los agricultores", remarcó Eva Insa, técnico de campo de la Red Arax a través del Parque Científico Tecnológico Aula Dei.

En la parcela de Sádaba las seis variedades comerciales ofrecieron un rendimiento medio superior a los 1.000 kilos por hectárea.

Según Insa, "este estudio permite entender cómo se pueden comportar y adaptar seis variedades de semillas comerciales de garbanzos que ya están en el mercado a los suelos aragoneses, porque aunque se han testado en otras zonas climáticas de la Península Ibérica, nunca se habían estudiado en las condiciones agronómicas que ofrecen nuestros secanos y regadíos".

ENSAYOS EN REGADÍO

El estudio en regadío valoró además un total de 15 variedades de semillas custodiadas en el Banco de Germoplasma del Cita-Aragón.

Su responsable Cristina Mallor destaca que "en este caso el trabajo desarrollado en las parcelas de regadío de Zuera y Sádaba ha sido mucho más exhaustivo que en los ensayos comerciales en secano, porque aquí hemos contado una a una el número de vainas por planta, el peso y las dimensiones de los granos, la proporción de piel en el grano o la capacidad de absorción del agua".

También se han estudiado parámetros agronómicos como "el porte de la planta, la altura de los primeros pisos de vainas para favorecer la mecanización de la cosecha, el escalonamiento y la fecha de floración, el ciclo del cultivo o la precocidad en el secado de la planta y grano".

Con estos parámetros se ha seleccionado la semilla de mayor calidad y mejor comportamiento en campo para multiplicarla en los ensayos de la campaña 2020-2021 y seguir trabajando con ella.

"Se trata de una variedad procedente del municipio de La Portellada en la provincia de Teruel. Para nosotros es muy importante testar la adaptación del material vegetal que guardamos en el Cita", concluye Cristina Mallor.

Las dos cooperativas implicadas en el proyecto, "San Licer" de Zuera y "San José" de Sádaba van a seguir trabajando con el cultivo en esta nueva campaña. "Justo ahora hemos sembrado los dos ensayos de otoño", avanza Blanca Ramia, técnico de campo de la Cooperativa "San José".

Por un lado, tienen previsto consolidar el estudio sobre las variedades testadas y, por otro, ir cribando las semillas que peor comportamiento han tenido en campo.

"En Sádaba se cultivaron garbanzos décadas atrás y pensamos que al ser una leguminosa aportará nitrógeno en los campos y ayudará a mejorar las tierras, en un sistema de rotación de cultivos muy interesante para el productor", concluye Blanca Ramia.

Aragón cultivó la campaña pasada cerca de 200 hectáreas de garbanzo repartidas en su mayor parte entre Lierta y el Campo de Belchite.