Aragón

ALTO ARAGÓN - COLABORAN: CAJA RURAL DE ARAGÓN Y DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE HUESCA

Félix Día: "Las leyes no son para los pueblos: dos años para roturar y de uno a cuatro para el riego"

#CONTRALADESPOBLACIÓN

Félix Día: "Las leyes no son para los pueblos: dos años para roturar y de uno a cuatro para el riego"
Félix Día: "Las leyes no son para los pueblos: dos años para roturar y de uno a cuatro para el riego"
S. E.

HUESCA.- Félix Día quiere volver ya a su pueblo, a Biascas de Obarra, pero la "burocracia" no se lo pone fácil. Lleva casi dos años a la espera de un permiso para roturar un terreno de 2.000 metros y le han dado un plazo de uno a cuatro años de plazo para la concesión de agua para regar una finca de 5 hectáreas, ya plantada de trufa y con pozo, pero no tiene el permiso para bombear el agua. "Las leyes no están hechas para los pueblos", concluye. Y entiende que haya gente que se canse y desista.

No es su idea, sigue en la batalla. "Siempre he estado pensando en la manera de volver a vivir a mi pueblo de lo que produzca la tierra y uno de los cultivos preferentes que mi padre siempre quería poner y que a mí me interesa muchísimo es la trufa", indica Félix, de 37 años, que se asentará allí con su mujer y su hija de 16, que sería la única joven entre jubilados como sus abuelos Félix y Lola.

En este núcleo, situado al pie de la Sierra de Sis, con unas espectaculares vistas al Turbón, apenas hay media docena de vecinos. Ahora, Félix Día y su familia viven en Barbastro. Pero, "cada vez valoro más la tranquilidad y me gusta menos la ciudad. Tengo mi pequeña empresa de informática pero ahora está invirtiendo en el pueblo". Tiene dos fincas de una hectárea y la de cinco podría perder una gran parte de sus años productivos por la falta del permiso para el riego. "Cualquier trámite para hacer algo en el pueblo, es un horror. Las leyes están hechas por gente de ciudad que no entiende la problemática de los pueblos", comenta. "Tengo el dinero para la inversión, y la Diputación da las ayudas pero, si no me dan el permiso...". Además, "podría trabajar desde allí porque tengo internet con Embou, aunque en la casa que está a 500 metros ya no podría", indica por la falta de cobertura. Su núcleo, al tener menos de 20 habitantes -10, según el Instituto Nacional de Estadística (INE)-, quedó fuera del Plan de Extensión de la Banda Ancha de la Diputación Provincial, que ahora concluye, pero va a impulsar otro plan para llegar a los más pequeños.

A Félix le gustaría además poder recomprar la casa en la que nació en Biascas de Obarra, un pueblo en el que todos los vecinos, excepto los de una casa que sigue abierta entre las ruinas, se pusieron de acuerdo en 2005 para vender a una promotora que planeó conservar las fachadas tradicionales y construir apartamentos o adosados. Sin embargo, la crisis del ladrillo paralizó ese desarrollo y en 2013 se puso a la venta por 875.000 euros. Ahora, según Félix, se podría comprar por 300.000 y él no descarta intentar levantar la que fue de su familia. Sus padres y otros vecinos, antes de la venta, se habían construido casas cerca de la carretera principal del valle, a unos 800 metros del núcleo original. Solo pide que la burocracia no le impida volver a Biascas. "Ganas de trabajar a mí no me faltan, pero si no te dejan...", concluye.