Aragón

ALTO ARAGÓN - COLABORAN: CAJA RURAL DE ARAGÓN Y DIPUTACIÓN DE HUESCA

Natalia Langa: "La ilusión de vivir y de investigar desde un pueblo está ahí y lo voy a intentar"

#CONTRALADESPOBLACIÓN

Natalia Langa: "La ilusión de vivir y de investigar desde un pueblo está ahí y lo voy a intentar"
Natalia Langa: "La ilusión de vivir y de investigar desde un pueblo está ahí y lo voy a intentar"

HUESCA.- El sueño de la zaragozana Natalia Langa, de 24 años, es vivir en El Pueyo de Araguás. Pero no para retirarse a una vida tranquila, sino para aprovechar la calma del entorno natural para avanzar en la investigación y buscar soluciones a un problema que ocasiona pérdidas millonarias al sector vitivinícola, tan relevante en la economía aragonesa. Este es el tema de la tesis doctoral de esta ingeniera agrónoma que igual que estudia las vides aprende en directo, como ha hecho esta semana en la localidad sobrarbense, cómo se insemina una vaca.

Pero no son las vides centenarias de este pueblo sobrarbense, donde históricamente han elaborado y comercializado vino, las que la han enamorado. Su novio, Luis Buetas, de 26 años, ha apostado con continuar con la actividad ganadera y agrícola de la familia y por asentarse en un pueblo en el que los jóvenes se quedan. ¡Ah! Y mantiene las vides centenarias. La tradición sigue.

Ya son varios los jóvenes del pueblo que se han quedado en el sector primario. En todo el municipio, en los últimos años ha cambiado la tendencia y ha recuperado población, con un total de 161 vecinos, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). En esta localidad en concreto, modelo de cómo convive la ganadería con el turismo rural, apenas hay mayores entre sus menos de 40 vecinos habituales.

Que le gusta dar el biberón a los terneros está claro. Con una imagen idílica, mientras hace esta faena enfundada en un mono, se alzó hace pocos meses con el Premio Fademur del Concurso de Fotografía del Mundo Rural en la categoría de Mujeres Rurales 2020. "El presente y el futuro se pueden encontrar en el lugar que soñaste. Y escribirlo en femenino" es el título de su obra y toda una declaración de intenciones. El Pueyo de Araguás es su lugar soñado y desde donde quiere escribir su futuro, pero también el de la agricultura desde la investigación.

Con esa imagen, "quiero mostrar que la ganadería extensiva es un motor de desarrollo, y muchas veces está olvidada. Esta actividad es esencial para el desarrollo y mantenimiento de los pueblos". Al mismo tiempo, "la ganadería se relaciona con la esclavitud, con trabajar los 365 días del año, y quería eliminar esos estereotipos porque es una suerte trabajar en el corazón de los Pirineos, cuidando animales y manteniendo pueblos vivos como El Pueyo. Además, es un trabajo que también lo pueden realizar las mujeres", resalta Natalia Langa. "Me encantan las vacas, siempre voy a ver los terneros que han nacido, ayudar a darles de comer...", asegura.

Y piensa colaborar pero... "Me gustaría desarrollar un trabajo relacionado con la investigación, la docencia, la divulgación... Me estoy orientando hacia allí, pero tengo claro que en El Pueyo no podría", comenta. Por ello, no se cierra a nada y también estaría dispuesta a trasladarse desde allí a una universidad o centro de investigación porque lo que tiene muy claro es el lugar donde quiere vivir, ya que además el trabajo de su pareja les impide alejarse mucho. Investigación también hay en el medio rural, como el Centro de Investigación de la Trufa de Graus, que podría ser una opción próxima.

"Creo que es importante que la gente se vaya a vivir a un pueblo y no le veo ningún problema. No tienes los mismos servicios de educación, el ocio es limitado, difícil encontrar alquileres... o la brecha digital, en El Pueyo no hay, pero en mi pueblo se nota. Con todo, la ilusión está allí y voy a intentar cumplirla. No eres más feliz por vivir en una ciudad, pero es la opción fácil, al menos para mí", resalta.

"EN EL PUEYO HAY GENTE JOVEN Y DA ALEGRÍA"

Ahora investiga desde La Puebla de Albortón, en la comarca de Belchite, el pueblo de su padre. Aunque ella se crió en Zaragoza capital, como sus padres son agricultores regresaron a La Puebla. "Al estar haciendo la tesis doctoral, no necesito estar siempre en la ciudad y estoy allí con ellos", indica. Apenas viven 40 personas, aunque haya censadas unas 110, pero allí casi todos son de segundas residencias y personas mayores. "En El Pueyo hay gente joven y parejas que se están haciendo casas, da más alegría", asegura.

Langa desarrolla su tesis doctoral para buscar soluciones a un hongo que entra en la planta por las heridas de la poda y provoca una alteración interna que hoy no se sabe cómo curar, pero que resta vigor y puede conducir a su muerte. Quiere encontrar opciones para hacer frente a estas enfermedades con productos naturales o microorganismos beneficiosos que ayuden a la planta, evitando utilizar productos tóxicos que dañen el medioambiente, con productos residuo cero, que es lo que pide ahora el consumidor.

En marzo empieza el experimento y está pendiente de conseguir una beca nacional que le permita vivir de manera autónoma.

"Me encanta vivir en la naturaleza, sin contaminación. En El Pueyo, te levantas y ves cómo se produce todo lo que comemos; puedes tener tu huerto y cultivar tus propios alimentos...", resalta. Y no ha podido elegir ejor lugar porque este municipio tiene uno de los aires más puros del planeta, según un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 2017. "Solo espero que las empresas y la administración ayuden a las personas que viven en el medio rural y les den opciones de teletrabajar. No por estar en la oficina vas a trabajar más, igual lo haces más contento desde tu pueblo", concluye.