Movimiento Slow Food: "El Félix de Azara nos impulsa a seguir trabajando por nuestros objetivos"

HUESCA.- "Fue una sorpresa maravillosa que la Diputación Provincial de Huesca nos otorgara su premio más prestigioso", expresa Irene Gracia, presidenta de la asociación Slow Food de Huesca, quien el próximo viernes recibirá el galardón Félix de Azara en una edición que será diferente a la de años anteriores ya que, debido a la situación sanitaria actual, se celebrará con muy pocos asistentes y será retransmitida por el canal de YouTube de la DPH a partir de las 12:00 horas.

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"Recibir este reconocimiento en nuestra provincia y en un año en el que ha tenido especial importancia lo que este movimiento defiende, nos llena de emoción y gratitud, además, nos impulsa a continuar trabajando en estas líneas", indica la presidenta, quien reconoce que jamás pensaban que podían optar a este premio, ya que, señala, "cuando te dedicas a estas líneas de trabajo, es algo que nace de manera visceral, y lo haces por el convencimiento y por amor".

La institución provincial decidió premiar a esta asociación "por su trabajo a lo largo de los últimos años en pro de formas de vida saludables y acordes con un modelo de desarrollo sostenible en la sociedad", indican desde la DPH, quien ha considerado importante visibilizar y reconocer el trabajo que en este sentido vienen realizando agricultores, ganaderos, pequeños comercios de proximidad o mercados agroecológicos, así como distribuidores, restauradores y consumidores de la provincia de Huesca para potenciar los denominados alimentos kilómetro 0.

Así mismo, este movimiento, fundado en Italia en 1989 para dar una respuesta a una corriente que se estaba empezando a implantar en los países occidentales como la Fast Food o comida basura, tiene como objetivo poner en valor los alimentos, pero "no sólo desde el poder que tienen nutricionalmente, también valorar todo lo que envuelve el alimento, como es la tradición o la cultura", explica Gracia, quien defiende que hay que entenderlo "desde el respeto a la tierra y al medio ambiente", sin olvidar "todo lo que viene detrás, como esla parte culinaria y la gastronomía".

Todo ello para que no desaparezcan variedades de alimentos típicas de cada región por el hecho de no ser productivas, ya que "se está viendo cómo van desapareciendo razas de diferentes especies animales, así como vegetales, por la tendencia de homogeneizar y crear un estándar de producción igual en todo el mundo", lo que lleva a que se queden por el camino todas las variedades que durante miles de años han estado y han ido surgiendo en cada territorio, "aportando sabores, cultura y tradición a las diferentes poblaciones del mundo", lamenta la representante de este movimiento. En definitiva, "lo que se pretende es que todas estas cosas perduren y se pongan en valor, no sólo por el hecho de que valgan dinero, sino por todo lo que hay detrás", indica.

Para conseguir esta finalidad y para lograr la mayor visibilidad posible, desde el movimiento organizan una serie de actividades como talleres, conferencias, congresos o la presencia en diferentes ferias relacionadas con este sector, para que las personas conozcan esta filosofía, y es que, la propia presidenta reconoce que hasta que no se ha metido en Slow Food, "no era consciente de toda la biodiversidad que se estaba perdiendo".

En este sentido, Gracia lamenta que "el interés de las grandes marcas no está puesto en este tipo de productos", y "esto hace que los jóvenes no puedan conocer este ámbito". Pese a esto, la representante del movimiento cree que "se está haciendo un gran trabajo por parte de diferentes sectores, como es el caso de los gastrónomos o los hosteleros". Y es que, destaca que en el sector hostelero cada vez se buscan productos perdidos para recuperarlos, de esta manera, se pueden encontrar en las cartas de los restaurantes, y esto "da pie a abrir la curiosidad de los ciudadanos".

Por este motivo, desde la asociación están llevando a cabo la creación de una iniciativa para indicar a través de un sello aquellos productos que son considerados "slow food", con la finalidad de que el consumidor pueda conocer qué productos provienen de una filosofía como esta.

Por todo ello, Gracia considera el momento actual como uno de los "más propicios para introducirse en este ámbito". Ya que, según explica la representante, actualmente se está fomentando el interés en alimentarse mejor, y sobre todo, "en alimentarse de productos de cercanía", otra de las cosas que defiende este movimiento, el cual cuenta con 60 miembros actualmente, todos ellos de diferentes ámbitos profesionales.

MÁS PREMIADOS

El premio internacional de fotografía David Pérez Samitier de esta edición será para Carlos Martínez Piedrafita por su fotografía "Reflejos". Los accésit de esta categoría serán para Francisco Javier Lozano, por la fotografía "Pasión navatera", y para Joaquín Barrabés, por la fotografía "El balcón del Cinca".

Las becas de investigación serán para Andreu Cera, por su proyecto sobre la provincia de Huesca como área geográfica para estudiar la influencia de la deposición atmosférica y el clima en los líquenes de rocas carbonatadas, y para la Escuela Politécnica Superior de Huesca y su proyecto sobre el uso de quemas prescritas para la recuperación de pastos y protección contra incendios. Las ayudas a la edición serán para las editoriales Prames S.A. y Pirineum.

Otros de los premiados serán el CEIP La Fueva por su "Escuela de Entomología", el Centro Público de Educación Especial La Alegría, por su proyecto "Los pulmones del colegio. Herbario de nuestros árboles". Adrián Solana por su revista digital "Cima Norte", Josefina Maestre, por el programa de Radio 5 "Reserva Natural", la protectora Alborada por su proyecto "Segunda Oportunidad", y Viñas del Vero por su gestión empresarial.