Aragón

EXPLOTACIÓN LABORAL

Detenido un ganadero de Ejea por explotar a cinco trabajadores irregulares

Les ofrecía trabajo a sabiendas de su irregularidad y lo aceptaban debido a la situación de vulnerabilidad que sufrían en España 

La situación de necesidad de estos trabajadores les llevó a aceptar condiciones inferiores a las reconocidas legalmente.
La situación de necesidad de estos trabajadores les llevó a aceptar condiciones inferiores a las reconocidas legalmente.
Policía Nacional

La Policía Nacional ha detenido a un empresario ganadero de Ejea de los Caballeros (Zaragoza) por tener cinco trabajadores irregulares explotados laboralmente.

La actuación forma parte del convenio de colaboración entre el Ministerio del Interior y el Ministerio de Empleo y Seguridad Social por el que el pasado mes de septiembre se estableció un dispositivo conjunto de Policía Nacional e Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social en dicha granja.

Fuentes de la Jefatura Superior de Policía informan de que el empresario ofrecía trabajo a estos empleados a sabiendas de su situación de irregularidad y lo aceptaban debido a la situación de vulnerabilidad que sufrían en España.

De las diligencias policiales practicadas, así como de las manifestaciones de las cinco víctimas, se desprenden unas jornadas laborales de diez horas, con solamente quince minutos de descanso, seis días a la semana, donde, sin recibir formación alguna, los trabajadores se encargaban de funciones tales como el manejo de máquinas, así como de la alimentación, medicación y cuidado de los animales.

Los trabajadores, que estaban sin vacunar frente a la covid-19, también afirmaron que carecían de equipos de protección individual y no contaban con medidas de prevención anticovid como mascarillas, guantes o gel hidroalcohólico, que adquiría cada uno con su propio dinero.

Por sus condiciones de trabajo, carentes de prevención de riesgos laborales, dos de ellos presentaban hongos en los dedos de las manos a consecuencia de la manipulación de los productos químicos que echaban en la comida y de los medicamentos que administraban a los animales, y cuyo tratamiento, adquirido en farmacia, también se pagaban con su dinero.

A otro trabajador se le cayó una lámina de la bodega de la granja que le provocó un gran corte en la mano izquierda que le ha dejado una cicatriz.

Según dichas fuentes, ninguno de los afectados acudió a ningún centro sanitario para ser valorado correctamente por temor debido a su situación de ilegalidad y porque el empresario, al inicio de su relación, les insistió en que si tenían algún accidente o contingencia laboral e iban a ser asistidos por facultativos sanitarios, no debían decir que trabajaban ilegalmente y omitir que se habían lesionado en el trabajo.

Aunque uno de los trabajadores ilegales comenzó a trabajar en la granja hace quince días, los otros cuatro realizaban las labores desde hace más de un año sin haber disfrutado de ningún día de vacaciones o en un caso, solamente de diez días tras la negativa del empresario a concederle el permiso más amplio que había solicitado.

La situación de necesidad de estos trabajadores les llevó a aceptar condiciones inferiores a las reconocidas legalmente, sin formalización de contrato laboral, privándoles de las retribuciones establecidas por disposiciones legales y convenios colectivos así como de futuras prestaciones sociales, no recibían pagas extras y el empresario les abonaba el salario en metálico en un sobre a final de cada mes.

Por ello, el pasado día 20 los funcionarios de la Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales (U.C.R.I.F.) de Zaragoza procedieron a la detención del ganadero, de 50 años, quien, una vez que prestó declaración ante el titular del Juzgado de Instrucción competente de los de Ejea de los Caballeros, fue puesto en libertad, con la obligación de comparecer ante la Autoridad Judicial cuando fuera requerido.

Dichas fuentes recuerdan que la Policía Nacional dispone de una línea 24 horas para denunciar estos hechos anónimamente vía telefónica en el 900 10 50 90 y en la web trata@policia.es, como medio parafacilitar la colaboración ciudadana y dar una eficaz respuesta policial a las demandas de particulares y de los colectivos sociales.