Aragón

PREVISIONES 

Aragón crecerá el 0,9 % este año y el 1,1 % en 2024, según Ibercaja

La coyuntura económica no es tan negativa como se esperaba y se ha pasado de un escenario negativo por la crisis energética a otro más favorable  

El director de Comunicación y Relaciones Institucionales de Ibercaja, Enrique Barbero, el del Área Financiera, Antonio Martínez, y el jefe de Análisis Económico y Financiero, Santiago Martínez, presentan el número 78 de la Revista Economía Aragonesa
Enrique Barbero, Antonio Martínez  y Santiago Martínez, presentan el número 78 de la Revista Economía Aragonesa
E.P.

Ibercaja ha revisado sus previsiones de crecimiento para Aragón, al alza ocho décimas para este año hasta el 0,9 por ciento y a la baja para 2024, desde el 2,6 % al 1,1 %, al tiempo que augura, respecto a la ocupación, un estancamiento después de una recuperación más positiva de la esperada, hasta situar la tasa de paro este año en el 9,4 %, sin variación respecto a 2022 y casi cuatro puntos por debajo de la media de España (13,3%).

El director del Área Financiera de Ibercaja, Antonio Martínez, y el jefe de Análisis Económico y Financiero del banco, Santiago Martínez, han trasladado este miércoles las previsiones de la entidad de la economía española y aragonesa para 2023 y 2024 durante la presentación a los medios de comunicación del número 78 de la Revista Economía Aragonesa, que edita la entidad.

Los expertos de Ibercaja prevén para 2024 que la evolución del PIB esté condicionada por la persistencia de la inflación y por la subida de los tipos de interés y su consecuente impacto en el conjunto de la economía y sitúan el crecimiento del PIB en Aragón en el 1,1 % y en el 1,5 % para el conjunto de España.

En su opinión, la coyuntura económica no es tan negativa como se esperaba en el anterior número de la revista, cuando se vislumbraba una crisis energética en Europa con graves consecuencias sobre la producción y el empleo.

De esta forma, según afirman, las industrias más expuestas a la subida de los precios energéticos y a un escenario de racionamiento del gas en buena parte de Europa han resistido mejor de lo previsto, y no se ha destruido tejido productivo ni empleo y los efectos sobre el conjunto de la economía de una crisis energética de baja intensidad se han dado exclusivamente a través del canal de los precios, que evitaron una expansión aún mayor de la economía en 2022.

Así, destacan que el coste de oportunidad para las economías aragonesa y española, atendiendo al exceso de inflación y a la evolución del consumo de los hogares, en términos reales y nominales, ha rondado el 3 % del PIB.

En los primeros meses de 2023, añaden, el fuerte crecimiento de los precios sigue siendo la principal amenaza para la estabilidad económica mundial, también por el endurecimiento monetario que conlleva, de forma que las subidas de los tipos de interés, sin precedentes en las últimas décadas, afectarán a las finanzas de familias, empresas y de un endeudado sector público.

Además, pueden generar “turbulencias” financieras como las vividas durante el mes de marzo ante la necesidad de apoyo externo a bancos como SVB o Credit Suisse.

Según la entidad, se ha pasado de un escenario negativo por la crisis energética a otro más favorable a corto plazo, pero con importantes riesgos para los próximos trimestres por la persistencia de la inflación y por el considerable endurecimiento de la política monetaria.

En la publicación también se destaca que los datos más recientes de España y Aragón ofrecen señales positivas, ya que los márgenes empresariales parecen haber resistido el incremento de los costes energéticos y los registros de afiliados a la Seguridad Social del primer trimestre muestran una inesperada reactivación del mercado laboral.

La economía aragonesa estaba más expuesta a la crisis energética que la media nacional por el mayor peso de las industrias intensivas en consumo de gas y electricidad y por una mayor dependencia de las exportaciones en un contexto de probable recesión en Europa, principal destino de las mismas, y además, la inflación afectó a esta región de forma más intensa en 2022 que en el conjunto de España.

Gracias a que no se han materializado las amenazas previstas, previsión de crecimiento de Aragón para este año de la entidad mejora sustancialmente, hasta el 0,9 % desde el 0,1 %, si bien empeora la previsión para 2024 (al 1,1 % desde el 2,6 %) para reflejar un nuevo escenario en el que los precios energéticos se han moderado, pero siguen siendo muy superiores a los previos a la pandemia, y cierta persistencia en la inflación.

En lo que respecta a la situación de las empresas, el Servicio de Estudios de la Entidad considera que, después de haber conseguido mantener una situación saneada a pesar de la subida del coste de los insumos gracias a un entorno favorable para su traslación a los precios finales, las compañías van a sufrir tanto la fuerte subida de los tipos de interés como la paulatina aceleración de los salarios.

En este contexto, consideran difícil que las empresas puedan afrontar incrementos en el número de empleados y esperan un estancamiento del mercado laboral después de una recuperación más positiva de la prevista.