Comarcas

PROYECTO POSHAPHI

El Pirineo registró una acumulación de polvo sahariano sin precedentes

El fenómeno depositó en febrero hasta 33 gramos por metro cuadrado en Benasque, 14 en Astún y 12 en Ordesa

Comparación del paisaje en Llanos del Hospital  con y sin polvo
Comparación del paisaje en Llanos del Hospital con y sin polvo
.Chemarray Carrera

Los investigadores del Instituto Pirenaico de Ecología (IPECSIC) han podido, gracias al proyecto Poshaphi (Polvo Sahariano en la Península ibérica y en las islas Baleares), medir la magnitud y distribución geográfica del polvo sahariano que tiñó en febrero el Pirineo de color rojizo. Se trató de un evento singular y muy intenso que elevó las concentraciones de aerosoles en al aire de manera significativa en todo el este de la Península y las islas Baleares.

Los resultados muestran que el Pirineo aragonés aparece como una de las zonas más afectadas, con registros de entre 16 y 33 gramos de polvo por metro cuadrado en el valle de Benasque, 17 en Astún, 12 en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, entre 8 y 9 en Ena y Almudévar y 7 en Zaragoza. Este episodio supuso más del 80 % de polvo depositado en toda la Península durante 2021.

Para los investigadores, se trata “sin duda de un fenómeno extraordinario del que no constan precedentes cercanos” y cuyas consecuencias están pendientes de evaluación, aunque la fusión acelerada de la nieve podría ser la más inmediata”.

El polvo sahariano es un tipo de aerosol de origen natural que no se debe confundir con la arena. Es polvo mineral procede del norte de África y sus partículas son de tamaño mucho más pequeño.

Fotografía del paisaje con el polvo sahariano cubriendo la nieve en Llanos del Hospital
Fotografía del paisaje con el polvo sahariano cubriendo la nieve en Llanos del Hospital
.Chemarray Carrera

Según explica Jorge Pey, investigador Araid en el Instituto Pirenaico de Ecología y líder del proyecto Poshaphi, “en España tenemos polvo sahariano en nuestra atmósfera muchos más días al año de lo que nos pensamos. Cada vez que una masa de aire cálido nos visita, viene acompañada por una cantidad mayor o menor de partículas de este tipo”. Así, las regiones del sur de la Península Ibérica o las islas Canarias se ven afectadas por estas masas de aire con mucha mayor frecuencia.

“La geografía de nuestro país es tan singular que favorece un fenómeno curioso”, comenta Pey. “El área que registra mayores tasas de deposición de polvo sahariano es una de las zonas en las que la frecuencia de oleadas de polvo es menor: los Pirineos. Esta cordillera, con picos de más de 3.000 metros de altura, actúa como una barrera natural y favorece al lavado de la atmósfera en ambos lados”, concluye.

El proyecto Poshaphi realiza un estudio detallado de la incidencia del polvo sahariano en el dominio Iberia-Baleares en los últimos 10.000 años. Pretende conocer qué ocurrió en épocas pasadas para poder vaticinar los escenarios más probables en las próximas décadas teniendo en cuenta el contexto de variabilidad climática en el que nos encontramos inmersos, según informó el CSIC.