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GANADERÍA

Tratan de mejorar la genética del vacuno extensivo en el Pirineo

El proyecto DietaPyr2 se centra en las razas autóctonas de pirenaica y parda de montaña con la participación de ganaderías del norte de la provincia

Ejemplares de vacuno de Parda de Montaña en la provincia de Huesca.
Ejemplares de vacuno de Parda de Montaña en la provincia de Huesca.
Pilar Santolaria

El trabajo en la mejora de la genética, la reproducción y la conservación de las características de rusticidad de las razas autóctonas de vacuno en el Pirineo de Huesca, como la Pirenaica y la Parda de Montaña, forman parte de los objetivos del proyecto DietaPyr2, cofinanciado al 65 % por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) a través del Programa Interreg V-A España-Francia-Andorra (Poctefa 2014-2020).

“Las dos razas se caracterizan por su rusticidad y por su gran capacidad de pastar en medios difíciles como son los altos puertos de la montaña, muchas veces a más de 2.000 metros de altura”, explica Pilar Santolaria, coordinadora del Proyecto DietaPyr2.

De hecho, indica que “el gran valor de estas dos razas es que son capaces de subir a puerto y terrenos muy escarpados en verano mientras que el invierno lo pasan en el valle”.

Santolaria comenta que “las exigencias actuales del mercado se dirigen muchas veces a la selección de los animales en función de índices productivos y de rendimiento, que ponen en peligro el mantenimiento y supervivencia de estas razas adaptadas y rústicas, sustituyéndolas por otras más comerciales”. De este modo, explica que las razas Pirenaica y Parda de Montaña “se tienen que alimentar menos de pienso y más de pastos por lo que son más sostenibles”.

Para garantizar la mejora genética, el proyecto DietaPyr2 ha introducido un programa de inseminación artificial en las ganaderías de extensivo de raza Pirenaica en la provincia Huesca.

Para ello se han puesto a disposición de los ganaderos dosis seminales de ocho toros de alto valor genético de raza Pirenaica con los que se compraron 400 dosis seminales para inseminar una docena de ganaderías de la provincia oscense.

En el proyecto se ha trabajado sobre criterios de selección y fenotipos novedosos, que incluyan la rusticidad, mansedumbre y adaptación al medio como índices, con el fin de preservar las características de adaptación que durante su evolución se han fijado en estas razas.

Con esta iniciativa, “se busca valorizar unas razas que son capaces de aprovechar los pastos”.

En la conservación de esta rusticidad figuran también aspectos como que “los animales puedan realizar los partos y saquen el ternero adelante sin ayuda, puedan soportar mucho calor o frío y, en definitiva, puedan estar en el exterior todo el año”.

Además otra de las características que se busca en la mejora genética es que “estos animales sean capaces de transitar por terrenos escarpados”, explica la coordinadora del proyecto DietaPyr2.

Eficiencia reproductiva mayor de los animales

De forma paralela, el grupo Biofiter de la Universidad de Zaragoza trabaja en el desarrollo de técnicas de laboratorio “para evaluar la calidad seminal que permitan predecir la fertilidad en campo, con el objetivo de destacar aquellos toros no solo por su valor genético, sino también por una mayor eficiencia reproductiva de la ganadería extensiva”.

Asimismo destaca la buena disposición de los ganaderos participantes de las comarcas pirenaicas de Huesca. De este modo, Santolaria destacó también los beneficios que implican estos animales en extensivo para el territorio en cuanto a sostenibilidad, pastoreo, evitar incendios, biodiversidad, etcétera.

Esta iniciativa, añade la coordinadora del Proyecto DietaPyr2, “pretende mejorar el rendimiento económico de las explotaciones para beneficiarnos de la labor que realizan las vacas”.