ENERGÍA
La Fueva y Palo rehusan el avance del proyecto fotovoltaico de "Ussía"
La Comisión Provincial de Urbanismo autoriza la compatibilidad de dos infraestructuras
Representantes vecinales de los municipios de Palo y La Fueva han ratificado una vez más su rechazo a la construcción de la planta fotovoltaica “Ussía”. Así lo manifestaron tras analizar el último acuerdo remitido por el Consejo Provincial de Urbanismo de Huesca sobre esta instalación de 54 MW que autoriza la compatibilidad urbanística de una línea aérea y una subestación.
En respuesta a ello, la alcaldesa de Palo, Begoña Dorado, ha remarcado la oposición de la mayor parte de los vecinos de esta localidad y ha advertido de que estas iniciativas supondrían la instalación de varios mega parques en el valle.
Según la primer edil, la Comisión Provincial de Urbanismo considera que este proyecto, en el caso de Palo, tiene un uso compatible como actuación de interés público o social, conforme a la Ley de Urbanismo de Aragón, siempre y cuando el ayuntamiento aprecie la concurrencia de tal interés y, en este caso, una resolución definitiva de autorización.
“Nuestro medio de vida es la ganadería, la agricultura y el turismo”, ha incidido la alcaldesa, señalando que hay propietarios de explotaciones ganaderas que compaginan estas actividades. Sin embargo, en el caso de La Fueva, la resolución urbanística considera que esta actuación no es compatible con el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), actualmente en trámite, y determina que el proyecto no está permitido por exceder la superficie máxima de 5 hectáreas e incumplir la distancia mínima al núcleo de Morillo de Monclús.
Carlos Espluga, portavoz de Plataforma La Fueva, invita a la Administración a certificar que el proyecto no es compatible con el municipio. Para ello se respalda sobre el estudio socioeconómico realizado por la Universidad de Zaragoza y cuyo resultado dio una respuesta negativa para el valle.
El proyecto recoge la instalación de una planta fotovoltaica en el término municipal de La Fueva de 54,44 hectáreas, cuya energía se evacuaría por tres líneas subterráneas con un trazado que discurriría tanto por el área de influencia del primer municipio como por el de Palo, cuyo trazado generaría múltiples afecciones.
