Comarcas

40 ANIVERSARIO DEL ESTATUTO DE AUTONOMÍA DE ARAGÓN

Reflexiones de los políticos de la Jacetania sobre los 40 años del Estatuto de Autonomía

Marcó un antes y un después para los habitantes de la comarca como norma básica para regir las relaciones con el estado y las competencias

Mario Garcés
Mario Garcés
S. E.

LA ENTRADA en vigor del Estatuto de Autonomía de Aragón -el día 10 de agosto de 1982- marcó un antes y un después para los habitantes de la Jacetania. Cuatro décadas después, algunos de los principales representantes políticos comarcales analizan el desarrollo del autogobierno.

“Tras la Guerra Civil, nuestra tierra, tan profundamente orgullosa de sus raíces como de su españolidad, ansiaba superar los estertores de un régimen que había anestesiado parte de su esencia. Porque el aragonés es libre o no es. Además, la Guerra Civil había provocado una fractura pasmosa entre unos y otros, que, durante muchos años de autarquía y miedo, solo se vislumbraba en conversaciones en voz baja, a la luz de la lumbre de nuestros inviernos del Pirineo”, relata Mario Garcés (PP), diputado en el Congreso, en su reflexión titulada ‘40 años después, 40 años por delante’.

La Constitución española y después los Estatutos de Autonomía fueron la representación jurídica del pacto fundacional de nuestra convivencia como españoles y aragoneses. Y la autonomía se concibió política y administrativamente como una oportunidad para crecer y para creer en nosotros mismos. Se equivocaban y se equivocan quienes utilizan la bandera autonomista para cavar diferencias y fracturas, como se equivocaban y equivocan los nostálgicos del monolito político”, continuó el jaqués, para el que “Aragón, siendo libre, es comunidad autónoma o no lo es”.

El Estatuto de Autonomía de Aragón cumple cuatro décadas y” -para Mario Garcés- “se puede mirar hacia atrás, sin ira, pero con espíritu de reflexión. Y no ser complacientes con nuestros errores, sino reivindicativos en nuestros valores, porque no somos más que nadie en España, pero no hemos de ser menos que nadie. Aragón se define por su Derecho, como decía Joaquín Costa, en una tierra de fueros y Derecho civil especial”.

“Aragón, a través de su ordenamiento jurídico singular, supo dar respuesta a las especialidades de nuestras relaciones intersubjetivas y a resolver conflictos entre particulares. Somos pactistas por compromiso y por definición”, continuó el jaqués, convencido de que “por eso, nuestro Estatuto de Autonomía resolvió otro conflicto mayor que no era otro que el de salvaguardar nuestra convivencia democrática en la defensa a ultranza de nuestros derechos y nuestras libertades”.

“En 1983 y como miembro del Grupo Folklórico Alto Aragón de Jaca, unos meses después de la aprobación del estatuto, un grupo de aragoneses del mundo de la política, la economía, la sociedad y la cultura, emprendimos un viaje a Nueva York para celebrar la Semana de Aragón. En la cabina de algún Boeing de la época, en alguna maleta, viajaba ya nuestro estatuto”, rememora Mario Garcés. “Pero sobre todo viajaba la ilusión compartida de conservadores, liberales y socialistas, porque comenzaba una nueva etapa. Al llegar a Nueva York, José Antonio Labordeta me miró y con voz mineral me dijo ‘Chico, ¡qué grande es esto!’. Tan grande como todo el corazón de Aragón que, aquellos días, fue uno solo. El de cada uno de nosotros. El de todos”, concluyó el jaqués.

Montse Castán
Montse Castán
S. E.

Para Montse Castán (PSOE), presidenta de la Comarca de la Jacetania y alcaldesa de Ansó, “el Estatuto de Autonomía de Aragón, como norma fundamental básica para el funcionamiento de la comunidad, que rige las relaciones con el Estado y las competencias, ha llegado a su edad madura”.

“Desde los inicios, ha sido un pilar básico de la democracia y la autodeterminación de las diferencias territoriales”, continuó, agregando que “ahora ha llegado a la edad en que se ha podido comprobar que es un instrumento de gestión social, política y económica que ha permitido a todos los aragoneses formar y fomentar su identidad, con esa diversidad intrínseca que caracteriza a nuestro territorio”.

“Queda que avance hacia los años de madurez total, que habrá que acompañar de la lucha por mayores competencias y el logro de los objetivos marcados entre sus líneas y que están por alcanzar”, aseguró, convencida de que “Aragón se ha hecho grande en estos años, importante, necesario para el devenir próspero de nuestra nación”. “Desde las Comarcas, como ejes de aplicación de las políticas regionales, nos sentimos orgullosos de formar parte de este engranaje autonómico”, declaró.

Juan Manuel Ramón
Juan Manuel Ramón
S. E.

Juan Manuel Ramón (PSOE), alcalde de Jaca y concejal desde hace 27 años, aseguró que “el Estatuto de Autonomía nos ha venido muy bien”. “La autonomía ha permitido acercar la administración a los ciudadanos y Aragón lo aprovechó para mejorar los servicios sanitarios y educativos sobre todo”, dijo el primer edil, agregando que “el proceso de comarcalización ha supuesto una mejora para muchos pueblos, aproximando los servicios”.

Hay aspectos por mejorar y “queda la queja del centralismo de Zaragoza”, pero el alcalde entiende que “tanto el Gobierno de Aragón de Marcelino Iglesias, como el de Javier Lambán han mirado mucho hacia la periferia”, por lo que “a la provincia le ha sentado muy bien la autonomía”.

Fran Aísa.
Fran Aísa.
S. E.

Para Fran Aísa (PAR), diputado provincial y portavoz del partido en Jaca, el Estatuto de Autonomía “demuestra que somos una comunidad histórica, a pesar de que no lo tenemos reconocido”. “Y hablar de estatuto en Aragón es hablar de los principios del Partido Aragonés”, agregó. “Hemos adquirido competencias para proteger y mantener nuestro patrimonio histórico material e inmaterial y cultural, dándole el valor que tiene para atraer al turismo en la Jacetania. Se han creado escuelas en pueblos y centros de salud, además de servicio social”, continuó el concejal residente en el núcleo rural de Ascara, para el que “queda por hacer regadíos, balsas de agua, agroindustria, desarrollar la nieve y la industria del deporte a todos los niveles, aparte de terminar la autovía”. “El estatuto debe seguir siendo la norma para avanzar en igualdad en todos los rincones de Aragón. Los que representamos territorios como la Jacetania debemos trabajar por mantener y reclamar los derechos para vivir, donde están nuestras raíces, nuestro trabajo o por ser un entorno maravilloso”, afirmó, convencido de que “sabemos gestionar las competencias”.

Fernando Sánchez
Fernando Sánchez
S. E.

Fernando Sánchez (PSOE), diputado provincial y alcalde de Canfranc, se define como “defensor de la descentralización”. “El estatuto ha sido bueno para Aragón y los ciudadanos. Nos da más autonomía, así que mi valoración es positiva”, añadió, subrayando que “los problemas, desde la cercanía, se tratan mejor, con más competencias y estando más implicado”. En ese sentido, dijo que “los alcaldes pueden solucionar mejor los problemas, porque estamos más comprometidos con el territorio”.

Además, “las Comarcas ha sido un desarrollo del estatuto y son una singularidad de Aragón”, según el primer edil, que estima que “nos intentan igualar con los servicios de las ciudades”. “Sabemos que no podemos tener eso, pero es una gozada ver actividades que cada vez tienen mayor aceptación”, declaró, en referencia a los servicios sociales, la cultura, el deporte o la educación de adultos.

Javier Acín
Javier Acín
S. E.

Javier Acín, portavoz de CHA en el Ayuntamiento de Jaca, cree que “el Estatuto de Autonomía supuso para Aragón algo más que el desarrollo normativo de la Constitución”. “A los aragoneses nos tocó revisar nuestra identidad, decidir el ordenamiento territorial y reforzar nuestro orgullo. De las grandes y añoradas manifestaciones por la autonomía pasamos a una novedosa propuesta de logos, de edificios relucientes albergando departamentos, direcciones generales, institutos, secretarías, servicios…”.

¿Todo eso ha acercado la administración al ciudadano? Desde una comarca periférica, a veces se tiene la impresión de que el centralismo se movió de Madrid a Zaragoza”, lamentó el edil, para el que “ha cambiado el centro, pero no el concepto”, ya que “se sigue gobernando para las mayorías y además mantenemos nuestra dependencia por una financiación insuficiente”.

“Más allá de la importante gestión transferida en áreas como Sanidad y Educación, se mantienen instituciones, excesivas a juicio de la gente: ayuntamientos, mancomunidades, comarcas, diputaciones, gobierno aragonés, gobierno central y la madre Europa. La administración, ni siquiera con la digitalización, es menos compleja. El estatuto ha puesto en valor parte de nuestro patrimonio histórico, artístico y natural, pero ha olvidado otros aspectos cohesionadores. Cuando algunos ya quieren eliminarla, otros aún estamos esperando la verdadera autonomía”, concluyó