Madamas y Trangas hacen de Bielsa una fiesta singular

Inmejorable ambiente el que se vivió ayer en el primer día grande de los Carnavales de Bielsa. En su regreso a la absoluta normalidad el ruido de las Trangas, las Madamas, la fiesta, el baile y la diversión fueron los grandes protagonistas, todo ello acompañado de cientos de personas que no quisieron perderse una de las citas más destacadas del mes de febrero en el Alto Aragón.

Como manda la tradición, el plato fuerte comenzó a las 16 horas, momento en el que las Trangas, ante la expectación e ilusión de los presentes, iniciaron su itinerario al pasar casa por casa en busca de las 35 Madamas de este año, jóvenes solteras que se visten tradicionalmente con un traje blanco sin mangas. Una vez finalizada la recogida, todos ellos bailaron en la plaza, destino final y gran escenario de celebración.

La diversión, el miedo y los nervios recorrieron todo Bielsa con los fuertes y sonoros golpes en el suelo por parte de las Trangas como símbolo del despertar de la tierra, generándose así un clima total de festividad muy distinto al resto de puntos del territorio español. Mientras que algunos jóvenes sintieron temor ante el acercamiento de estos a base de gritos, ruidos y gestos, otros lo vivieron con ilusión y deseo de poder vestirse con cuernos y piel de choto, camisa de cuadros y falda.

Otros tradicionales personajes como el Caballet, L’Onso, el Domador, la Yedra, L’Amontato y la Garreta hicieron más agradable si cabe la tarde del sábado.

Hoy continúan los Carnavales de Bielsa con el mismo programa a excepción del acto final: el juicio a Cornelio Zorrilla. Durante la madrugada de hoy domingo al lunes el muñeco de paja será quemado, en esta ocasión, con motivo de los recortes sanitarios que ha sufrido la zona. “Todo se debe a la reducción de ambulancias”, denunció María Martínez Rosillo, concejala del Ayuntamiento de Bielsa.

Así finalizarán durante la próxima madrugada uno de los carnavales más destacados y atractivos de todo Aragón, con un balance “superlativo” tras recuperar la absoluta normalidad.