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COOPERACIÓN

Casanova forma a agricultores del Líbano en olivicultura

El profesor del campus de Huesca participa en un proyecto de cooperación

El profesor José Casanova junto a un grupo participantes en un curso en su estancia en Líbano.
El profesor José Casanova junto a un grupo participantes en un curso en su estancia en Líbano.
U.Z.

El Campus de Huesca de la Universidad de Zaragoza ha trasladado conocimientos en olivicultura a los agricultores en Líbano gracias al trabajo que desarrolla el profesor de Fruticultura del Campus oscense de la Escuela Politécnica Superior, José Casanova, en un proyecto de cooperación y desarrollo que se realiza en este país desde el año 2018, en el marco del programa Almazara.

“Se trata de un acuerdo entre los directores de las facultades agrarias de España y el Ministerio de Defensa para realizar proyectos de cooperación en zonas de conflicto”, explica José Casanova.

El primer equipo, recuerda, “era de seis personas y se mantiene en número”, en el que participa José Casanova junto a una profesora de veterinaria de la Universidad de Zaragoza, y otros docentes del Campus de Badajoz de la Universidad de Extremadura. “El objetivo es formar a la gente porque el principal problema en Líbano es la falta de recursos”, destaca.

Explicaciones de José Casanova durante un curso en Líbano.
Explicaciones de José Casanova durante un curso en Líbano.
U.Z.

Blida, Houla, Marjayoun, Deir Nimes, Kawkaba, El Khiam o Jabal Amel son algunas de las localidades y áreas donde se ha desarrollado esta iniciativa con formación teórico-práctica, con diversas técnicas de recolección y almazara y que se realiza bajo el amparo de la fuerza provisional de la ONU para el Líbano Unifil.

Durante las clases que se imparten en las localidades, Casanova explica que se ofrecen conocimientos sobre “plagas, enfermedades, poda, fertilización” y también realizan “catas de aceites españoles y libaneses”.

Al día siguiente se ponen en práctica alguna de estas nociones “como la poda de un árbol, fertilización, se muestran tipos de abono, calidad del suelo, etcétera”.

Se trata de sesiones en las que se reúnen entre 20 y 30 personas. “La mayoría de los alumnos suelen ser hombres mayores, propietarios de tierra”, explica Casanova aludiendo a que “es una de las batallas” ya que querrían que asistiera “más gente joven y cooperativas porque son el futuro de la zona”.

De cara a este 2023, “el objetivo es analizar las cooperativas en Líbano que se dividen en religiones, de modo que en un pueblo pequeño donde puede haber unas 2.000 personas, hay tres o cuatro cooperativas. Unas son privadas de tres o cuatro personas y otras de chiitas, cristianos y suníes, por lo que la situación es peculiar”.

Recuerda que Líbano “recuerda a la situación en España de hace 60 o 70 años” al presentar “muchos problemas políticos y sociales, la guerra, el covid o el silo que les explotó”, explica el profesor de Fruticultura.

Respecto a las actividades que desarrollan “se ve en actividades como labrar el suelo y la utilización de gasoil para hacer luz”.

En cuanto a la maquinaria agraria existente, “suelen ser donaciones de proyectos europeos y que a veces no pueden utilizar porque les falta gasoil o el abono es muy caro”.

La mano de obra, detalla, “suele ser muy barata al tratarse generalmente de sirios que huyeron de la guerra y se quedaron en campamentos de refugiados”.