Unas bodas de plata con una participación numerosa y plural

Los premios Félix de Azara cumplen un cuarto de siglo, unas bodas de plata que se celebran con una edición en la que la participación ha sido numerosa. Hasta un total de 85 propuestas se presentaron a las diferentes categorías de un galardón que se han convertido en seña de identidad del Alto Aragón, un territorio que valora y protege el medio rural, sus ecosistemas y paisajes, pero que también promueve el reequilibrio demográfico como garante del desarrollo sostenible.

La categoría de fotografía, que como homenaje póstumo lleva el nombre de David Gómez Samitier, el “forestal de los buitres”, ha sido la que más participación ha acaparado con muestras de esa biodiversidad y los diferentes usos que se realizan en el patrimonio medioambietal. No obstante, desde la Diputación de Huesca, impulsora de la iniciativa, aseguran que en la 25 edición, la participación ha sido “muy numerosa, plural y significativa” en general. Una iniciativa en la que el medio ambiente ha sido protagonista. Y es que es él, el estímulo para activar lo mejor de cada uno de ese casi centenar de participantes que se ha decidido a compartir sus trabajos, inquietudes y experiencias.