Siete históricos del municipalismo no optarán a las alcaldías el 28-M

Al menos siete alcaldes “históricos” del Alto Aragón se despedirán de la alcaldía este año, tras trayectorias, como mínimo, de más de dos décadas en sus respectivos ayuntamientos, al haber decidido no presentarse a las elecciones municipales que se celebrarán el próximo 28 de mayo. 

Para todos ellos se cierra un ciclo en política municipal que, en algún caso, se ha extendido cuatro décadas o incluso algunos años más entre los cargos de alcalde y concejal, y todos ellos lo hacen -aseguran- por dejar paso a gente nueva y tras considerar que han completado un periodo y que ahora les toca dedicarse a otras ocupaciones y dedicar más tiempo a la familia. José Ramón Laplana (La Fueva), José María Ariño (Sopeira) Mariano Altemir (Alquézar), José Luis Galindo (Aísa), Francisco Mateo (Tamarite de Litera), Olga Brosed (Robres) y Antonio Labarta (Almudévar) -todos ellos del PSOE- dejarán su bastón de mando tras las elecciones del 28-M al haber decidido no presentarse. 

Otro histórico, José Pedro Sierra (PP), sí se presentará para intentar revalidar su cargo en la alcaldía de Peraltilla (Somontano), en la que lleva 40 años, a los que hay que sumar cuatro que estuvo como concejal en Barbastro, de modo que lleva 44 años en política municipal. Y ahora -apunta-, va a por los 48.

Quien aún no tiene claro si volverá a presentarse -según dice- es Horacio Palacio (PAR), quien llegó a la alcaldía del pueblo sobrarbense de Fanlo en 1983 y que, salvo un lapso de 4 años, ha presidido desde entonces, sumando 36 años. José Ramón Laplana ha sido alcalde de La Fueva 40 años (desde 1983) y 4 concejal con anterioridad, por lo que suma 44 años en el Ayuntamiento de La Fueva (además de estar 22 años como parlamentario regional y 8 como diputado provincial).

Dice que la edad y su deseo de dar paso a gente nueva para que haya un cambio generacional en la política le han llevado a tomar la decisión. “Cuando entré en política disfrutaba y ahora lo hago a gusto, pero no con la pasión que tienes cuando empiezas”, reconoce, y aunque considera que “el balance deben hacerlo los ciudadanos”, estima que “cuando te han reelegido no deberá ser malo”.

“Entré con la filosofía de intentar mejorar la calidad de vida de los ciudadanos”, recuerda, y poco a poco los servicios básicos se fueron implantado, incluso, coinciden algunos de estos alcaldes, durante sus años de mandato además de llevar por primera vez esos servicios se han ido renovando y ampliando. La modernización agraria, con hasta cuatro concentraciones parcelarias, o el asfaltado de los acceso a todos los núcleos del municipio son otras actuaciones que destaca Laplana, que siempre ha gobernado con mayoría absoluta.

En Ribagorza, José María Ariño ha sido 36 años alcalde de Sopeira, durante los que ha tenido “el mayor apoyo posible”, afirma, y ha intentado hacer “lo mejor” para su pueblo. Asegura que no está “cansado, ni quemado”, pero ha tomado una decisión “y no la cambio”, asevera. Aunque reconoce haber “sufrido mucho con la N-230”, se siente satisfecho de “proyectos majos” como las piscinas, el acceso, el centro de interpretación del agua y la electricidad o el local social “porque allí hacemos pueblo”.

Tras 32 años como alcalde de Alquézar, en dos etapas (1987-2007) y (2011-2023), Mariano Altemir también ha decidido no volver a optar a la reelección. Asegura que la decisión no ha sido fácil, pero piensa que “32 años son suficientes” y apunta que el próximo 15 de abril cumplirá 60 años, “y si lo analizo, más de la mitad de mi vida he estado de alcalde. La Administración local lleva consigo mucha dedicación, siempre a expensa de la familia”, indica. A la hora de hacer balance dice: “Creo que el sello Best Tourism Village que acredita a Alquézar entre los 32 Mejores Pueblos Turísticos del Mundo, según la Organización Mundial del Turismo, rubrica la vida de un alcalde que comenzó con 24 años el reto cuando la mayoría de vecinos se marchaban del pueblo”. 

José Luis Galindo le sigue con 24 años de alcalde de la localidad jacetana de Aísa, a los que hay que sumar 16 como concejal, por lo que suma 40 años en la política municipal. También considera que son los vecinos quienes deben hacer balance de su gestión, aunque entiende que “sí estarán contentos cuando he ganado siempre por mayoría absoluta”. Galindo asegura que “al final hemos hecho todo lo que pretendíamos hacer y aunque me quedan cosas por hacer, ya están encaminadas”, como las depuradoras y alguna renovación de redes de agua. El alcalde de Aísa destaca que además coincide su próxima jubilación profesional, en abril, con la decisión de no presentarse más a la alcaldía. 

Treinta y dos años lleva Francisco Mateo en política municipal, de los que 12 estuvo como concejal y 20 ha estado como alcalde en Tamarite de Litera. “Hay que reciclar, tengo 62 años y quiero intentar disfrutar de los hijos y el nieto”, dice convencido Mateo, quien no duda en asegurar que “en la política, la que más sufre es la familia porque hay muchas horas que no pasas con ellos”. Se despide de la vida política “contento y muy feliz”, porque “hemos podido hacer muchos proyectos y hemos tenido equipos de gobierno muy buenos”, al tiempo que reconoce que “si no te gusta, no aguantas ni cuatro años, porque la política es dura; y creo que cada vez más porque la gente nos hemos vuelto más egoístas, más individualistas, exigimos más y aportamos menos”. Mateo valora que “hay cientos de alcaldes que no cobran ni un duro, están por amor al arte y además se llevan todas las bofetadas”. 

Antonio Labarta también dejará el Ayuntamiento de Almudévar, en el que ha estado 22 años, de los cuales 12 ha sido alcalde, 8 teniente de alcalde y 2 concejal. En su caso, ha decidido no volver a presentarse por motivos personales y se muestra “contento” de “haber estado todo este tiempo a disposición de los vecinos e intentando favorecer el desarrollo del pueblo”.

“Habré cumplido el 90 % de lo que el equipo de gobierno de cada legislatura llevábamos en nuestro programa”, explica, aunque la espina clavada es su lucha porque Almudévar consiga una restitución por la construcción del embalse del mismo nombre. La única mujer alcaldesa “histórica” que no se presenta es Olga Brosed, que ha estado 12 años (en dos periodos) al mando del ayuntamiento y 8 en la oposición, lo que supone 20 años. “Me jubilé en diciembre, y siempre he tenido la idea de que cuando me jubilara en mi trabajo, me jubilaría de todo, y es lo que voy a hacer”, señala Olga Brosed, que asegura irse “contenta y orgullosa” por “haber trabajado por mi pueblo”, aunque asegura que en un ayuntamiento “siempre hay cosas que hacer”. 

José Pedro Sierra va a por su undécimo mandato en Peraltilla

José Pedro Sierra (PP), que lleva como alcalde de Peraltilla (Somontano) 40 años con mayoría absoluta, a los que hay que sumar 4 como edil de Barbastro, sí se presentará en las próximas elecciones. El apoyo que siente y el “buen ambiente” que hay en el pueblo le empujan a ir a por su undécimo mandato. Recuerda que cuando empezó “no había ni abastecimiento de agua” y muchas de las primera infraestructuras ya se han renovado. 

Horacio Palacio aún no tiene “claro” si optará a la reelección en Fanlo

Tras 36 años como alcalde de Fanlo, Horacio Palacio (PAR) aún no tiene “claro” -asegura- si se presentará a la alcaldía de este municipio sobrarbense y espera decidirlo “a última hora”. Fue elegido alcalde por primera vez en 1983, y desde entonces -excepto “cuatro años que descansé”- está al frente del consistorio. Pone en valor el trabajo del secretario municipal y se siente insatisfecho por lo que no ha podido lograr llevar a cabo.