Comarcas

COLABORAN: CAJA RURAL DE ARAGÓN Y DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE HUESCA

La modernización de los regadíos, un paso clave para fijar población

Las obras de “El Tormillo”, financiadas por Ibercaja y Caja Rural, tienen un impacto directo sobre 115 regantes y futuras generaciones

Jesús Uriol, director territorial, David Solano y Ramón Cabrero, de Caja Rural de Aragón.
Jesús Uriol, director territorial, David Solano y Ramón Cabrero, de Caja Rural de Aragón.
S. E.

Donde hay regadío y modernización, se dinamiza la economía y cuando esto ocurre, existen más posibilidades de frenar la despoblación. Es un principio que, David Solano, presidente de la Comunidad de Regantes del Sector XX Bis del Canal del Cinca aplica no sólo a la provincia, sino al resto de territorios.

Por ello, la culminación de las obras de regadío de “El Tormillo”- financiadas por Ibercaja y Caja Rural de Aragón y con la colaboración del Gobierno de Aragón- significan un logro para los 115 regantes que se beneficiarán directamente. Un proyecto que llega para transformar la economía de la zona, garantizando un modo de vida para presentes y futuras generaciones.

En la provincia de Huesca ya se ha demostrado el papel de los regadíos como fijadores de la población, indica David Solano. “Aquellas zonas donde ya se instalaron las estructuras en los años 20, antes de que llegara la gran inmigración del medio rural, son ahora más dinámicas”. Gracias a ellas, asegura, “se ha conseguido amortiguar el proceso de despoblación”, algo que ha facilitado el hecho de tener el Pirineo cerca y que ha posicionado a Huesca como la provincia con mayor regadío de Aragón. El siguiente reto, apunta Solano, es “expandir estas estructuras a todo el territorio rural”. No se trata de ampliar hectáreas, sino sumar alcance para que cada término municipal pueda tener una parcela para el pasto de animales, ganar autonomía y garantizar cosechas además de suministros para la población, todo ello, con la aplicación de criterios medioambientales correspondientes. El remedio para paliar la falta del relevo generacional en las zonas rurales, señala Solano, pasa sistemáticamente por la innovación. “En los pueblos donde hay modernización, se llega a un rejuvenecimiento porque hay que hacer inversiones y es aquí donde los jóvenes tienen mucho que aportar”. El acceso al agua afecta al conjunto de la economía. Sin suministros, sectores potenciales para la provincia, como la ganadería, no podrían desarrollarse.

En línea con la incorporación de tecnología, el uso de placas solares es una opción cada vez más considerada por la comunidad de regantes por la abaratación de costes en el bombeo. La evolución de los sistemas de riego, apunta el presidente, ha permitido que del riego sin presión que se realizaba en los años 70, a pie, se haya pasado a un sistema renovado que ha permitido reducir el impacto medioambiental, además de aminorar la demanda de mano de obra.

Introducir mejoras en los regadíos y ampliar su presencia es la primera meta para lograr un verdadero alcance y por tanto, fijar población.