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La población de oso pardo llega a los 76 ejemplares en el conjunto del Pirineo

El grupo de seguimiento de la especie (GSTOP) realiza balance de la ctividad de la especie

Foto de archivo de Goiat.
Foto de archivo de Goiat.
Generalitat de Cataluña

La población de osos pardos del Pirineo ha crecido hasta los 76 ejemplares, con 13 nuevos oseznos, según el Grupo de Seguimiento Transfronterizo del Oso en el Pirineo (GSTOP), que ha hecho balance de las actuaciones de conservación y seguimiento de esta especie en 2022 en Aragón, Cataluña, Navarra, Francia y Andorra.

Según el censo de plantígrados que elabora cada año este grupo, integrado por representantes de las administraciones autonómicas y nacionales, sigue creciendo el número de osos que viven en el Pirineo, ya que en 2020 se pasó de 68 a 69 y en 2021 de 70 a 74 ejemplares.

En cuanto al sexo, según los expertos, actualmente hay 39 hembras y 35 machos, más dos ejemplares de sexo no identificado. De los 76 ejemplares contabilizados, 39 (51,5 %) son adultos, 24 (31,5 %) son subadultos y 13 (17 %) son oseznos del año, y de estos cachorros, 6 son hembras, 5 machos y 2 de sexo no identificado. El área geográfica de presencia del oso pardo en el Pirineo comprende una superficie de 5.700 kilómetros cuadrados, 800 menos que en 2021 y 2.500 menos que en 2020.

Según los biólogos, esta reducción de espacio ocupado por los osos se debe a que no hay ejemplares con seguimiento por satélite. En cuanto al número de nacimientos, los técnicos han constatado que han nacido 13 nuevas crías de ocho hembras distintas, la tercera cifra más alta registrada después de 2020 y 2021.

En concreto, las hembras que se han reproducido son: ‘Bambou’ (dos oseznos), en el Vall d’Aran; ‘Aran’ (dos crías), en el Vall d’Aran; Boavi (un osezno) en el Pallars Sobirà; ‘Plume’ (uno) en el Pallars Sobirà y Francia; ‘Callisto’ (uno), en Francia; ‘Gaia’ (dos cachorros), en Francia; ‘Reglisse’ (dos) en Francia; y ‘New18-11’ (dos), en Francia.

Según los especialistas, los nuevos nacimientos han sido de seis machos diferentes, “lo que supone que empieza a producirse un importante intercambio de información genética entre los individuos reproductores de la población”.