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Buenas condiciones del Gállego en la campaña de aguas bravas

Las empresas del sector inician su actividad con el rafting como propuesta estrella y más demandada, y con reservas de última hora

Actividad de rafting en el descenso del río Gállego en esta temporada.
Actividad de rafting en el descenso del río Gállego en esta temporada.
Rebeca Cardenas Sanchez

Las empresas de turismo de aguas bravas en la zona de la Galliguera ya han comenzado la temporada con buenos caudales de agua y la asistencia de grupos de escolares. Para esta Semana Santa se prevé una buena afluencia como en años anteriores, en especial gracias a las reservas de última hora.

Así lo indica el socio de la Asociación Gállego Activo, Gustavo Ortas, que integra a cuatro empresas de turismo de aguas bravas y suponen un total de 80 puestos de trabajo. Todas ellas empezaron su actividad a mediados del pasado mes de marzo, con diferentes salidas de viajes de estudios escolares.

“Desde el lunes 27 de marzo hemos tenido el pistoletazo inicial a la temporada con ocho o nueve autobuses de escolares en Murillo de Gállego, y en el que cada uno tiene previsto realizar su actividad”, comenta Ortas quien se refiere a que los escolares centran su actividad entre semana mientras que para los fines de semana se centran en grupos de amigos, despedidas de soltero, familias, etcétera.

Según el socio de la Asociación Gállego Activo, “el cliente de primavera es muy nacional y para el verano se abre a un cliente más internacional y familiar, especialmente entre la segunda quincena de julio y el mes de agosto”.

De cara a estos días de Semana Santa, Ortas lo califica “como un periodo muy importante pero es incierto al solaparse con el final de la temporada de esquí”.

Después de la pandemia sanitaria, “la tendencia es que se realicen reservas de última hora, con personas que ya tienen su alojamiento en la zona” o bien de personas que se desplazan desde zonas próximas para realizar su actividad durante el mismo día.

La actividad estrella y mayor demandada para estos días es el rafting “y que se puede practicar con gran seguridad y con el guía desde la embarcación para sortear los obstáculos e ir por las zonas más apropiadas”.

A partir del rafting se ofertan otras actividades vinculadas al turismo de aguas bravas como el hidrospeed y canoas.

Respecto al descenso de barrancos, el socio de la Asociación Gállego Activo explicó “que todavía son fechas frías” para abordarlo por lo que “en estos momentos no es la actividad más demandada”. Además “las cabeceras de los ríos llevan a estas alturas del año bastante agua”, apunta Gustavo Ortas.

En cuanto a las condiciones del río Gállego, señaló que “estamos a expensas de los caudales que puedan circular y de momento el caudal es bueno y al estar tan regulado el río Gállego, en los pantanos de Búbal y Lanuza, podemos tener una lámina constante de agua para poder realizar las actividades”.

Recordó que el año pasado ya se realizaron sueltas controladas de agua durante el verano pasado, que coincidían con las horas durante las que se realizaba la actividad de aguas bravas. En estos momentos, “el caudal es bueno pero sin la espectacularidad del momento del mayenco o deshielo”.

Ortas hace hincapié en que además de las 80 personas que trabajan de forma directa en las empresas de turismo activo de aguas bravas “hay que sumar los trabajos de hostelería, restauración, alojamientos y pequeñas tiendas en la zona por lo que el efecto multiplicador es muy grande”. El posicionamiento de este sector turístico es “optimista” con “una muy buena materia prima en el sentido de que el río Gállego y los mallos de Riglos conforman un paisaje espectacular como para poder realizar todas estas actividades que son atractivas para los turistas”, agrega.