Una apuesta por el desarrollo de los municipios

Uno de los principales retos que afrontamos en nuestra provincia, y que acapara buena parte de la agenda política, es la vertebración del territorio y la necesidad de ofrecer unos servicios de calidad en nuestros pueblos. Servicios en los que juegan un papel fundamental la cercanía, la profesionalidad, la confianza, la amabilidad, la atención de calidad… Valores, todos ellos, que definen a Caja Rural de Aragón.

Una entidad cuyo despliegue territorial supuso un antes y un después en nuestra provincia, porque desde su creación apostaron por el desarrollo de los municipios, fueron conscientes de que es necesario ofrecer atención personal y presencial en el territorio y tomaron decisiones conociendo de primera mano el entorno en el que están implantados.

Como desde la propia Caja argumentan, son un comercio de proximidad, y estoy seguro de que esa definición ha contribuido a su crecimiento durante estos 75 años de historia, y les seguirá reportando óptimos resultados en el futuro.

Muchos de los que hoy están leyendo este artículo asociarán la Caja Rural a todo tipo de recuerdos de juventud. Ir al banco era ir a Caja Rural. Ahora, mientras algunas entidades están perdiendo presencia en el territorio, Caja Rural sigue presente y no ha abandonado ninguna localidad en los últimos años, haciendo gala una vez más de que entre sus valores destaca el de la rentabilidad social.

¿Quién no ha tenido en casa un bolígrafo, una gorra o un cuaderno de Caja Rural? Pensar en ello y poner una sonrisa deja patente que la entidad ha sido mucho más que una empresa. Ha sido un elemento dinamizador de la economía de nuestra provincia que ha conseguido colarse en nuestras casas y en nuestro día a día. Y eso solo se logra con mucho esfuerzo, y con trabajo bien hecho.

A lo largo de sus 75 años, Caja Rural ha acompañado al Ayuntamiento de Huesca en infinidad de ocasiones. Hemos colaborado en todo tipo de eventos y actividades como, por ejemplo, la celebración del Festival Iberia@huesca.folk, enmarcado dentro de las Fiestas de San Lorenzo y que lleva desde su primera edición (y ya se han celebrado nueve) contando con el apoyo de Caja Rural. Pero, más allá de lo municipal, han sido y son parte de la vida deportiva, cultural y festiva de la ciudad, manteniendo colaboraciones con una larga lista de entidades y asociaciones de todos los ámbitos.

Como alcalde, quiero agradecer a la gran familia de Caja Rural de Aragón su disponibilidad y su cercanía con el Ayuntamiento, pero también con todos los oscenses. Más de siete décadas demostrando con su trabajo diario que se identifican con el territorio, que se implican con sus gentes y que son una parte muy activa de nuestra vida cultural, social y deportiva.

Por todo ello, gracias. Y a por otros 75 años más.