Casi la totalidad de los incendios forestales se deben al hombre
La comunidad ha registrado 173 de estos siniestros, 41 de ellos en la provincia de Huesca, desde el 1 de enero hasta el 30 de abril de este año
Aragón ha registrado un total de 173 incendios forestales, 41 de ellos pertenecientes a la provincia de Huesca, hasta el pasado 30 de abril, que en un 99,42 por ciento se debieron a causas humanas. Estos se subdividen en: 55,23 %, negligencias; 34,3 %, intencionados; 6,98 %, causas desconocidas o en investigación; 2,33%, accidentes y 0,58 % reproducidos.
La superficie forestal afectada este año es de 1.338,88 hectáreas forestales, de las que 538,62 eran arboladas (40,23 %), ha informado el ejecutivo autonómico en un comunicado de prensa. El número de siniestros es moderadamente superior (un 15,33 %) a la media histórica 2005-2022, que es de 150 siniestros.
Una cifra muy superior a la media histórica (398,73 hectáreas para este mismo periodo), habiéndose quemado 3,4 veces más que el promedio histórico, resultando que el 2023 es el segundo año con mayor superficie afectada entre enero y abril, únicamente superado por el año 2012 en se calcinaron 3.162,66 hectáreas forestales, de las cuales 2.730 se calcinaron en el incendio de Montanuy el 8 de marzo de 2012.
El 71,09 % de los siniestros se han quedado en conatos de menos de una hectárea y tan solo el 4,6 % de los siniestros han superado una superficie de 5 hectáreas.
El inicio de campaña viene marcado por una superficie quemada muy superior al promedio histórico, con un número de siniestros moderadamente superior a la media, lo que se explica por un comienzo de año muy seco en la mayor parte de la Comunidad, junto a los meses de marzo y abril que han sido muy cálidos e incluso extremadamente cálidos. Además, el periodo comprendido entre el 1 de septiembre de 2022 y el 30 de abril de 2023 es el más cálido y el segundo más seco en Aragón desde 1991.
No obstante, la evolución de las temperaturas en las próximas semanas y la ausencia o no de lluvias determinarán la situación del inicio de la campaña estival.
La evolución del riesgo de incendios a lo largo del verano vendrá determinada por la frecuencia e intensidad de las posibles “olas de calor”, la intensidad de viento y la precipitación en forma de fenómenos tormentosos que pueda recogerse.
Fase de alerta desde el pasado 1 de mayo
Ante el contexto de riesgo extraordinario de incendios forestales por la sequía y las altas temperaturas registradas en abril, el Gobierno de Aragón activó el Plan Especial de Protección Civil de Emergencias por Incendios Forestales (Procinfo) en fase de alerta el pasado 1 de mayo.
Esta medida preventiva, respaldada por la disposición del Operativo de Prevención y Extinción de Incendios de Aragón (Infoar) en todo el territorio aragonés para movilizarse de manera inmediata ante cualquier necesidad, gracias a su contratación durante los 12 meses de año.
El Infoar cuenta este año con el mayor presupuesto de toda la historia, alcanzado los 40 millones de euros, 6 más que en 2022 y prácticamente el doble de lo invertido en 2014, aunque el montante global destinado por el Gobierno de Aragón para la prevención y extinción forestales en 2023 asciende hasta los 57 millones euros.
De ellos, 17 millones han sido consignados para la gestión forestal de los montes, permitiendo intervenir en más de 9.500 hectáreas de todo el territorio.
Entre técnicos del Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Agentes de Protección de la Naturaleza (APN), cuadrillas de Sarga, vigilantes o emisoristas, más de 1.300 efectivos trabajan en todo el territorio para intervenir de manera inmediata ante cualquier emergencia forestal.
El operativo cuenta con 62 brigadas terrestres, 8 helitransportadas; todas ellas dirigidas por un agente para la Protección de la Naturaleza. A su vez, las brigadas helitransportadas cuentan con 6 helicópteros ligeros y 2 medios, para el transporte de personal y el lanzamiento de agua.
Todos ellos son dirigidos por el helicóptero de coordinación aérea. Aragón cuenta con 39 autobombas forestales de 3.500 litros de capacidad y maquinaria tipo “bulldozer” que apoyan las labores de extinción en tierra.
Desde los puestos fijos de vigilancia, situados en puntos clave del territorio, los vigilantes dan aviso de cualquier posible inicio de incendio. Estos avisos son recibidos en los Centros Provinciales de Operaciones desde donde se realiza la gestión de la emergencia.
La dirección técnica de los incendios recae en personal funcionarios, APN en un primer ataque, y técnicos desplazados al Puesto de Mando Avanzado en caso de ataque ampliado, para los incendios de mayor complejidad.
