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OJO AVIZOR

Huesca, tierra elegida por reyes de Aragón para su “descanso eterno”

San Juan de la Peña, San Pedro el Viejo, Sijena, San Victorián y Montearagón, en la ruta de panteones reales 

Capilla de San Bartolomé del Monasterio de San Pedro el Viejo, en Huesca.
Capilla de San Bartolomé del Monasterio de San Pedro el Viejo, en Huesca.
Laura Ayerbe

La historia de la casa real de Aragón arranca con el rey Ramiro I, en el siglo XI, y culmina con la unión dinástica con la Corona de Castilla, en 1516, tras el fallecimiento de Fernando el Católico. A lo largo de esos cinco siglos de historia se sucedieron 21 soberanos: 19 reyes, una reina y un conde. Los primeros reyes de Aragón eligieron monasterios emplazados en territorio altoaragonés para ser enterrados, constituyendo un conjunto de panteones reales que en los últimos años se ha querido poner en valor. 

Los monasterios de San Juan de la Peña (Jaca), San Pedro el Viejo (Huesca), Santa María de Sijena (Villanueva de Sijena) y San Victorián (El Pueyo de Araguás) y el Castillo Abadía de Montearagón (Quicena) fueron lugar de enterramiento de los primeros monarcas aragoneses y sus familias, y están fuertemente vinculados con la historia de Aragón en sus orígenes como Reino. Los panteones, además de espacios religiosos, fueron también importantes centros de poder en la Edad Media, dada la protección real de la que gozaron.

Para preservar la memoria de Ramiro I, fundador del Reino de Aragón, se creó el Panteón Real del Monasterio San Juan de la Peña, considerado por la tradición como la cuna del Reino de Aragón y donde fue enterrado él y sus sucesores Sancho Ramírez y Pedro I (los tres primeros reyes de la Casa de Aragón). En la capilla de San Bartolomé de San Pedro el Viejo descansan los restos de Alfonso I el Batallador y Ramiro II el Monje. En la iglesia del Monasterio de Santa María de Sijena estuvieron enterrados el rey Pedro II y su madre doña Sancha de Castilla, pero las tumbas se encuentran vacías ya que fueron profanadas en 1936, durante la Guerra Civil española, en el saqueo e incendio del conjunto. 

El Castillo de Montearagón, antiguo panteón, acogió el cuerpo de Alfonso I hasta el siglo XIX. Y en San Victorián, considerado como el primer monasterio de la Península Ibérica, se conserva un sarcófago en el que según una inscripción, hoy desaparecida, se encontraban los restos de Íñigo Arista y de Gonzalo, reyes de Sobrarbe.

Una manera de acercar al público estos lugares de “descanso regio” son las cinco rutas que propone el Gobierno de Aragón: una general, que incluye los cinco panteones, y cuatro diferentes estructuradas cada una en torno a uno o dos panteones. Estos itinerarios destacan, al mismo tiempo, otros puntos de interés que permiten ahondar en el conocimiento del patrimonio cultural y natural aragonés. 

En 1985, casi 1.000 años más tarde de la fundación del Reino de Aragón, se realizó la primera investigación arqueológica de restos de reyes de Aragón con resultados reveladores: “el aragonés es uno de los pocos linajes europeos que cuentan con restos óseos de sus primeros reyes en un estado de conservación que hace posible su identificación y estudio”.

En 2007 se puso en marcha el estudio antropológico y genético de los Reyes privativos de Aragón que se extiende a otros dos monasterios, el de San Pedro el Viejo, donde reposan los restos de Alfonso I el Batallador y Ramiro II el Monje, y el de las Benedictinas de Jaca, que guarda el sepulcro de Doña Sancha y de otros miembros femeninos de la familia real aragonesa.

Carlos Laliena, historiador de la Universidad de Zaragoza, destacó que la documentación de la que disponen es muy precisa a la hora de reflejar qué reyes han sido enterrados en cada uno de los panteones reales. “Tenemos una verificación independiente de los hallazgos documentales en relación con las personas que estaban sepultadas en los panteones reales”. En San Juan de la Peña se localizaron restos de más de 30 miembros de la familia real porque la cueva actuó como una nevera. Y en 2018 puso en marcha el proyecto “Panteones Reales de Aragón” con una exposición en la Sala de la Corona del edificio Pignatelli de Zaragoza, que pretendía ahondar en el conocimiento histórico-artístico sobre los panteones, centros religiosos, generalmente monasterios, elegidos por reyes, príncipes e infantes en sus testamentos o disposiciones como lugares de sepultura. 

Hoy este proyecto continúa y se ha actualizado con la renovación total de la página web que se creó en su momento y con el diseño de una señalización exterior para cada uno de los panteones reales en Aragón. El proyecto en 2023 ha consistido en trabajar sobre una nueva señalización y adecuación museográfica basados en un estudio íntegro del conjunto de los panteones reales, utilizando el logotipo ya creado en 2018 por el diseñador e ilustrador Isidro Ferrer, que sintetizaba los trazos de una corona real y que da unidad visual a todo el proyecto. Se trata de un nuevo sistema de señalización mediante tótems construidos en materiales nobles como el acero corten, que se instalarán a la entrada de los edificios patrimoniales que albergan los panteones reales. Además de mostrar varios niveles de información descriptiva con sus ubicaciones en Aragón y el panteón correspondiente, permitirá mediante un QR acceder a información aumentada en la página web, generando con todos estos elementos un proyecto museográfico sólido, aseguran desde el departamento de Cultura de la DGA.

“Este proyecto refleja el concepto global de gestión integral de patrimonio cultural. Con él, se pretende crear un plan sistemático que aúne interpretación-exhibición, interactuación con el visitante, señalización, difusión y comunicación”, añaden las mismas fuentes, que destacan que el objetivo es establecer un discurso claro y firme con un marcado carácter didáctico (paneles informativos) e interactivo (web) con una gran capacidad divulgativa.

Con la nueva señalización se pretende informar e indicar con claridad la Ruta de Panteones Reales y todas sus posibilidades y variantes, y dar a conocer los lugares de enterramiento de los reyes de Aragón en territorio aragonés. Se plantea como un recorrido circular en el que destacan los cinco enclaves que son o han sido en algún momento panteón real, aunque en la actualidad no todos conservan restos de los monarcas por diferentes motivos. Los ya citados monasterios de San Juan de la Peña, San Pedro el Viejo, Santa María de Sijena y San Victorián y el Castillo de Montearagón son el eje central de esta ruta en la que también se ponen en valor otros lugares de interés histórico, artístico, cultural o natural de Aragón.