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COLABORA: DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE HUESCA

De Erasmus al pueblo: “Gracias a internet ya no hay limitaciones”

#CONTRALADESPOBLACIÓN: Un estudiante de Matemáticas, una alumna de Magisterio y otro de Turismo hacen prácticas en Hecho y Ansó

Mauro Gómez, Juan Manuel López y Eire Borruey, en un rincón con encanto de Ansó.
Mauro Gómez, Juan Manuel López y Eire Borruey, en un rincón con encanto de Ansó.
Jacetania

LA localidad de Hecho cuenta desde principios de junio con tres nuevos vecinos dispuestos a aportar sus talentos y talantes a la zona. Se trata de Juan Manuel López Jarque, un turolense que estudia Matemáticas, Mauro Gómez González-Cercero, zaragozano a punto de terminar Turismo, y Eire Borruey Bolea, alumna de Magisterio, también de Zaragoza.

Son los “Erasmus rurales” que han llegado este verano a los valles de Hecho y Ansó para hacer sus prácticas en el medio rural gracias al programa Desafío, promovido por la Diputación Provincial de Huesca (DPH) en colaboración con la Universidad de Zaragoza, para potenciar la llegada de jóvenes al territorio y fomentar su instalación en pequeños municipios.

Eire Borruey pasea por una de las calles del pueblo.
Eire Borruey pasea por una de las calles del pueblo.
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Los tres estudiantes comparten casa en Hecho y cada mañana se desplazan a la sala de coworking habilitada por el Ayuntamiento de Ansó para desarrollar sus respectivos proyectos, bajo la tutela de la Asociación Desarrollo Tecnológico Rural para la que están haciendo las prácticas, cada uno en sus distintas especialidades.

Juan Manuel López desarrolla web apps (aplicaciones de páginas webs para dispositivos móviles, tablets, etc) en un proyecto de casas y hoteles de turismo rural. También trabaja en ese programa Mauro Gómez, aunque él aporta sus conocimientos en el sector del turismo para diseñar estrategias de marketing y porfolios comerciales.

Por su parte, Eire Borruey trabaja en la estrategia europea “Meet and Code”, programando y desarrollando los cursos que imparte la Asociación Desarrollo Tecnológico Rural para niños y jóvenes de entornos rurales.

Mauro Gómez sentado frente a Juan Manuel López y Eire Borruey, en el coworking de Ansó.
Mauro Gómez sentado frente a Juan Manuel López y Eire Borruey, en el coworking de Ansó.
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Súper satisfechos

“La experiencia está siendo una pasada”, afirma el turolense Juan Manuel López, “la zona es preciosa y las prácticas nos ayudan a prepararnos para la vida laboral”, añade.

Para el futuro matemático, trabajar en el medio rural “no supone ninguna limitación”. “Mi herramienta de trabajo es el portátil y, con un buen acceso a internet, puedo estar donde quiera”.

En la misma línea se manifiesta su compañero Mauro Gómez. “Hoy en día las limitaciones que había en el medio rural han desaparecido gracias a la tecnología y a internet. Aquí disponemos de todo tipo de servicios. El único problema es que para hacer la compra tenemos que bajar a Jaca, por lo demás, lo tenemos todo”, afirma.

Mauro y Juan Manuel callejean por Ansó.
Mauro y Juan Manuel callejean por Ansó.
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En su caso, esta experiencia viviendo en Hecho y trabajando en Ansó le está sirviendo para decidir su futuro profesional. “Si puedo quiero optar a un puesto de relaciones públicas o de director en un hotel, lo que no tengo claro es si será en uno rural o urbano, y estas prácticas me parecen importantes para ayudar a elegir”, comenta.

La experiencia está siendo tan positiva que se está planteando prorrogar su estancia. “En principio, las prácticas duran dos meses, pero si me las amplían a agosto me quedaré y luego, en septiembre, volveré a Zaragoza a reflexionar y tomar una decisión sobre qué hacer después”.

También está por decidir el futuro laboral de la zaragozana Eire Borruey, quien, desde el año pasado, mira con otros ojos el trabajo en los CRA (centros rurales agrupados). “Me parecía una enseñanza más compleja porque tienen aulas multinivel, con pocos alumnos pero muy distintos niveles, pero he visto el trabajo que hacen en colegios como el de Panticosa y otras localidades, las dinámicas que tienen y lo bien que se vive en los pueblos y he cambiado un poco de opinión”, reconoce.

De hecho, asegura que si le dieran una plaza en un CRA de la zona de Hecho y de Ansó, o en cualquier otro sitio del medio rural, se iría a vivir sin dudarlo, “al menos por un periodo de tiempo”.

“Todo el mundo te saluda, es un ambiente familiar”

Como sus compañeros, está “encantada” con la experiencia del Erasmus rural. “Es muy guay, se nota que estás en un pueblo porque todo el mundo te conoce y te saluda, en una ciudad no pasa, es un ambiente muy familiar, enseguida conoces a la gente”.

La futura profesora conocía ya el Pirineo aragonés porque tiene una casa en el Pueyo de Jaca, aunque observa que esta parte de la provincia de Huesca “es muy distinta al valle de Tena”.

Para el turolense Juan Manuel López ha sido “todo un descubrimiento. Nunca había estado en el Pirineo y me habían hablado muy bien, pero esto ha superado mis expectativas”, asegura.

“Lo mejor de estos pueblos es su vida tranquila, a veces parece que no exista el tiempo, es muy distinto al estrés de la ciudad”, afirma el matemático, quien, en “alguna etapa de la vida” tampoco descarta vivir en un pueblo de las características de Hecho.

El joven tenía pensado hacer prácticas este verano y cuando encontró el programa Desafío pensó que le encajaba a la perfección, con su trabajo está descubriendo otra versión de las Matemáticas y una zona de naturaleza y montaña que le encantan, afirma.

Paisaje, naturaleza y “desconexión”

Para el estudiante de Turismo, el principal atractivo de esta zona pirenaica reside en “lo bonito de la naturaleza” y en la posibilidad de hacer una excelente ruta turística cualquier día. Además, Mauro Gómez destaca la “tranquilidad” y la “sensación de desconexión” que ofrece el valle.

Cuando descubrió las prácticas del programa Desafío en la Universidad de Zaragoza, pensó que era una “oportunidad ideal” para pasar el verano fuera de la capital aragonesa y no se lo pensó dos veces. “Nunca he estado una temporada larga en el Pirineo y es una zona que me llama mucho la atención por la naturaleza y por el gran valor paisajístico que tiene”, resalta.

Los tres estudiantes han llegado a Hecho y Ansó para trabajar en distintos proyectos de la Asociación de Desarrollo Tecnológico Rural, con la que se promueve el asentamiento de población joven en pequeñas localidades gracias a la implantación de las nuevas tecnologías. De hecho, la posibilidad de acceder a una buena conexión de internet en el medio rural permite a jóvenes como Juan Manuel, Eire y Mauro llevar a cabo sus proyectos personales y profesionales sin ningún tipo de limitación en un entorno privilegiado al que, tal vez, en un futuro decidan volver y quién sabe si quedarse para siempre.

Programa Desafío y Arraigo

Visibilizar el medio rural y atraer nuevos habitantes son los principales objetivos de los programas Desafío y Arraigo, impulsados por la Diputación Provincial de Huesca (DPH) y la Universidad de Zaragoza. El primero está dirigido a estudiantes, mientras que el segundo es para titulados en los tres últimos cursos académicos. En ambos casos, los jóvenes realizan prácticas en empresas, administraciones locales u otros organismos adscritos de municipios altoaragoneses que cuenten con menos de 1.500 habitantes. Lo que hace la Diputación Provincial de Huesca en virtud del convenio de colaboración suscrito con la Universidad de Zaragoza es conceder apoyo económico para financiar gastos como alojamiento o manutención por jornada de prácticas, así como los desplazamientos por periodo completo de prácticas.