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FuenAragón identifica un total de 800 fuentes y manantiales

El proyecto de ciencia ciudadana destaca que un 14 % están afectadas por nitratos

Fuente de Bergosa, uno de los manantiales ‘inventariados’ por el proyecto de ciencia ciudadana.
Fuente de Bergosa, uno de los manantiales ‘inventariados’ por el proyecto de ciencia ciudadana.
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El proyecto de ciencia ciudadana FuenAragón ha finalizado con 795 fuentes y manantiales de Aragón caracterizadas tanto geográfica, hidrológica, etnológica como ambientalmente.

La iniciativa, que partía con el objetivo de analizar unas 250 fuentes y manantiales con la colaboración del voluntariado de cada provincia aragonesa, ha cumplido ampliamente sus expectativas al triplicar el número de fuentes que se marcó como fin la organización, informan fuentes del ejecutivo autonómico.

Las fuentes y manantiales se pueden consultar a través de la aplicación CitMApp. Según las conclusiones del informe acerca de la calidad de las aguas de las fuentes, hay 112 (un 14 % de las muestreadas) que presentan valores por encima de los 25 miligramos por litro, límite a partir del cual se considera que ese curso de agua está afectado por los nitratos. Pero, al ser muestreos realizados en los puntos de surgencia y afloramiento de masas de agua subterráneas, dichos valores también pueden discutirse en base a la normativa de estos tipos de masas.

En ese caso habría 85 surgencias (11 % de las muestreadas) por encima del límite a partir del cual se consideran masas de agua afectadas. Los resultados de FuenAragón serán cotejados con los de contaminación de los acuíferos correspondientes y usos de suelos -información procedente de la Confederación Hidrográfica del Ebro- para establecer patrones y correlaciones espaciales.

En total se han censado 795 fuentes y manantiales por todo Aragón, concentradas, sobre todo, en el Prepirineo y el Pirineo. Entre las conclusiones preliminares se confirma que aquellas fuentes que se encuentran en los núcleos de población o cerca de ermitas en las que se ha mantenido la tradición de hacer romerías son las que mejor mantenimiento han tenido. En numerosas ocasiones los manantiales fuera de los núcleos urbanos que han dejado de servir de suministro de agua a las poblaciones o bien se han derivado agua de riego restringiéndose su mantenimiento a este propósito o se han abandonado. Las intervenciones en los sistemas de riego, la gestión forestal de la zona o el desarrollo de la agricultura y ganadería intensiva en el entorno son las actuaciones antrópicas que más han influido, en numerosas ocasiones, en la pérdida de caudal de estas surgencias. El abandono y despoblación de numerosas pedanías ha llevado al deterioro y olvido de muchas fuentes y manantiales que actuaban como punto de avituallamiento para la gente que trabajaba en el campo o para actividades como abrevaderos para el ganado o lavaderos. Estas fuentes y manantiales permanecen en la memoria colectiva de sus habitantes y forman parte importante de su patrimonio cultural y, en algunos casos, artístico, de las mismas.