José Antonio Pradas: “Vienen tiempos en los que la información tendrá un enorme valor”

La Jornada Informativa de Riegos del Alto Aragón cumple 25 años y centra la mirada en “El futuro del regadío: retos ambientales y tecnológicos”. Sobre la mesa, los regantes ponen el devenir del sector agrario.

Bodas de plata de la Jornada Informativa, ¿qué significa para Riegos del Alto Aragón alcanzar esta cifra?

—Sin lugar a dudas, significa satisfacción por ver crecer una idea. Desde su inicio, hace 25 años, se ha ido consolidando poco a poco como un evento de referencia en el sector de la agricultura de regadío aragonesa y hemos ido creciendo. Desde enconces, cuando se llevaba a cabo en nuestra sede, hasta la actualidad, con un formato mucho más moderno y profesional, se ha ido buscando temáticas de actualidad y contenidos con pluralidad de visiones.

¿Por qué esta temática?

—La jornada informativa está pensada como un momento de prospectiva, de pararnos colectivamente a pensar sobre nuestra realidad, pero sobre todo en nuestro futuro como sector productivo con peso en la economía. Y en la actualidad nos movemos entre los retos ambientales, derivados de las líneas políticas europeas y estatales, y también por la inercia social hacia la digitalización de la economía y la sociedad. Buscamos unir en el título estos conceptos y en la jornada, reflexionar sin olvidar el complejo momento geopolítico en el que nos encontramos.

¿Cómo ha influido la guerra de Ucrania en la agricultura?

—Ha influido generando una situación que nadie esperábamos. Incremento generalizado de precios, desabastecimiento, precios de la energía descontrolados. Creo que sería un momento perfecto para, la puesta en marcha de mecanismos que equilibren la calidad que se solicita a los productos europeos con lo que se pide a productos que importa la UE. Sería una medida de protección del mercado interior de la UE y viviríamos con mayor intensidad la relocalización de las producciones. Ha sido una guerra que ha puesto en primer lugar la seguridad alimentaria.

Modelo Europeo

En las mesas redondas se aborda la situación actual de la agricultura europea y los retos ambientales, ¿qué debe cambiar en el modelo de la agricultura europea?

—Debe cambiar la visión tremendamente urbana de lo rural y debe normalizarse las exigencias ambientales para hacerlas acordes a la viabilidad económica de las explotaciones. También es necesario que se premie la agricultura profesional y las explotaciones con capacidad de fijación de población al territorio. Desgraciadamente, la PAC, que es un instrumento valioso, se ha convertido en una norma compleja y casi me atrevo a decir alejada del mundo agrario, que tensiona y dificulta la producción.

A continuación se debate sobre los retos y desafíos de los sistemas alimentarios mundiales, ¿cuál es la posición que ocupa la provincia de Huesca y cuál es su importancia en los sistemas alimentarios?

—Huesca es una provincia productora que ocupa un puesto relevante en la economía agraria de España. Desgraciadamente, años como los dos de los que venimos nos restan competitividad al estar nuestra producción condicionada por la sequía y, de otro lado, fuertemente marcada por la PAC. La inestabilidad debida a la guerra en Ucrania ha dado lugar a importantes efectos económicos en las explotaciones, debido a los elevados precios energéticos, el precio de los fertilizantes y la escasez de agua.

Al mismo tiempo, las ponencias estudian la modernización, digitalización y creación de regadíos, ¿hacia dónde debe ir el futuro de los regantes del Alto Aragón?

—Se dirige hacia disponer de una sistema moderno y preparado para hacer frente cualquier reto futuro. Riegos del Alto Aragón siempre ha sido muy activa promoviendo la modernización de sus comunidades de regantes. Es necesario finalizar la modernización de todas las comunidades para evitar diferentes velocidades. Es también necesario subirnos al carro del regadío 4.0 y aprovechar todo su potencial.

¿Cómo se lleva a cabo la digitalización de las explotaciones?

—La digitalización es un proceso de permanente adaptación a la tecnología. En él, los regantes debemos tomar decisiones muy meditadas. Es un arte adoptar la tecnología en su justa medida para alcanzar los objetivos económicos para mi explotación. Vienen tiempos en los que la información de las explotaciones y cómo las gestionamos tendrá un enorme valor, pero para llegar a ello no podemos quemar etapas. Es necesario pasar del telecontrol a la teledetección, pero siempre que permita la mejora económica de las explotaciones.

¿Qué implica la tecnología para la gestión del agua?

—Implica un control integral de tu explotación para mejorar la eficiencia del riego y a la par reducir la perdida de nutrientes y mejorar el estado de nuestros suelos. Todo está interrelacionado, por lo que no podemos ni debemos separar la mera gestión del agua de la gestión agraria de la explotación.

En la Estrategia Nacional de Recuperación de Ríos, ¿qué papel cumplen los regantes?

—El papel en estos momentos en comprender el alcance de la estrategia. España lidera la eliminación de barreras transversales de ríos, con 133 elementos eliminados en el año 2022. Es necesario saber que tipología de barreras, en que situaciones y cuál es la garantía de los usuarios ante este tipo de actuaciones. Es un tema que puede generar importantes tensiones si no se aborda desde el conocimiento y el diálogo.

¿Qué perspectivas hay para este año hidrológico tras un largo período de sequía?

—Después de la sequía, la perspectiva siempre es mala, queda valorar las pérdidas. Sin embargo, las lluvias de estas últimas semanas han dado un respiro a la situación que vivíamos desde hace ya dos años. Todavía queda mucho invierno por delante, pero por ahora el año hidrológico ha comenzado con una importante recuperación de nuestros embalses, cuestión que nos permite salir del pesimismo.