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Graus adjudica el ascensor de la plaza de San Miguel para facilitar su acceso

La inversión asciende a algo más de 160.000 euros gracias a una subvención de la Diputación Provincial de Huesca

Muro que salvará el ascensor una vez esté construido
Muro que salvará el ascensor una vez esté construido
E.F.

El Ayuntamiento de Graus ha adjudicado el ascensor de la plaza de San Miguel diseñado para eliminar barreras arquitectónicas y facilitar el acceso tanto a la residencia de mayores “José Luis Cudós” como a la iglesia parroquial.

La obra -que el alcalde, José Antonio Lagüens, espera tener lista en Semana Santa- se ha adjudicado a la única empresa presente en el concurso y supondrá una inversión de algo más de 160.000 euros, financiados gracias a una subvención de la Diputación de Huesca a través del plan de Obras y Servicios en dos anualidades.

El alcalde  ha explicado que la obra pretende la comunicación vertical en la zona, integrando el nuevo elemento en el entorno de la plaza respetando las tonalidades, materiales y geometrías. “Se prevé poner en valor el nuevo espacio urbano rompiendo las barreras arquitectónicas actuales mediante la colocación de un ascensor en el hueco del surtidor de gasolina existente, ubicado al lado de la fuente, alineado con el muro de piedra existente”, ha indicado.

Tras haber barajado otras posibilidades, ya que muchos vecinos pedían una solución”, se prevé la instalación de un ascensor accesible con doble embarque, que dispondrá de una cabina de 1,1 metros por 1,4 metros, consistente en una estructura de acero y acabado de chapa de acero corten, con planos vidriados laminados.

La obra, que supone eliminar cuatro plazas de aparcamiento en la plaza, contempla también una intervención urbanística que incluye la extensión de la acera existente hasta la zona de embarque del ascensor, la colocación de mobiliario urbano tipo banco de piedra y un conjunto de puntos de luces empotrados al suelo que iluminen de forma indirecta el muro de piedra.

Esta acera contará con dos rampas accesibles para acceder a la cota de embarque al ascensor.

“Es una inversión fuerte y una apuesta decidida en la que la Corporación ha venido trabajando, porque es una obra que elimina barreras arquitectónicas y facilita el acceso fundamentalmente a la residencia de mayores, donde hasta ahora tienen prácticamente que trepar una rapa con gran inclinación y longitud. Va a ser una mejora sustancial para usuarios con uso especial y facilitará el acceso a los residentes de la residencia y a la iglesia de San Miguel”, ha concluido calificándola como “la solución más idónea y necesaria”