Comarcas

tráfico

El puente deja un fallecido y retenciones largas e 'inevitables'

Las autoridades hacen un balance “positivo” de unos días con gran movimiento en las carreteras altoaragonesas

Cola de vehículos en el carril sentido Huesca de la N-330, entre Hostal de Ipiés y Sabiñánigo.
Cola de vehículos en el carril sentido Huesca de la N-330, entre Hostal de Ipiés y Sabiñánigo.
Mercedes Portella

Las previsiones de Tráfico de cara al puente de cinco días de la semana pasada se cumplieron. 200.000 vehículos se desplazaron por las carreteras de la provincia, lo que trajo consigo embotellamientos de horas en la N-330 y algunos accidentes, entre los que hubo que lamentar un fallecido tras un choque entre dos furgonetas a la altura de Gurrea de Gállego.

No obstante, José Ramón López Platero, Jefe Accidental de la Guardia Civil del Subsector de Tráfico de Huesca, considera el puente “positivo en líneas generales” por la “baja accidentalidad” en relación al gran número de vehículos movilizados.

A pesar de que las estaciones de esquí todavía no hayan inaugurado la temporada, para Platero este es un dato “engañoso”. El buen tiempo y los días con los que coincidió el puente hicieron que este factor no afectara al número de desplazamientos, especialmente destacable en los valles del Pirineo.

Se alcanzaron cifras propias de “los mejores fines de semana de nieve”, detalla Margarita Padial, Jefa Provincial de Tráfico. Según Padial, la ida fue “más escalonada”, con 7.100 vehículos por el Monrepós el día 5 en dirección Jaca y 11.200 el día 6.

Los principales problemas llegaron a la vuelta, ya que todos los visitantes acostumbran a elegir los mismos días para el regreso. Así, por el Monrepós en dirección Zaragoza retornaron solo el domingo 12.600 vehículos, a los que habría que sumar los 7.100 del sábado.

Esto hizo que se registraran durante toda la jornada retenciones y tráfico lento en la N-330, entre Sabiñánigo y Lanave, el tramo sin desdoblar que desemboca en la autovía A-23 en esta última localidad.

Aunque la vuelta también se realizó de manera desescalada -algo de la que da muestra el hecho de que las retenciones comenzaran ya alrededor de las 11:30 horas-, esto no evitó el cuello de botella que se forma en los puntos en los que la carretera se torna de doble sentido. También se produjeron largas filas durante la tarde del domingo en otras carreteras de la provincia con similares características, como la A-22 y la N-240 en dirección Huesca, debido a un accidente en el que se vieron implicados varios vehículos en la rotonda de Siétamo.

De cara a otros fines de semana en los que la previsión sea similar, Padial explica que “Tráfico va a estar más pendiente para tratar de agilizar el tramo de la N-330 porque es un punto de concentración de vehículos”.

Por su parte, Platero expone que “lamentablemente no hay una indicación concreta” que se le pueda dar al usuario para evitar este fenómeno, ya que obedece a la naturaleza de la vía. Aún así, cree que “los visitantes de los valles suelen estar familiarizados con las carreteras y nunca están excesivamente molestos” por estas retenciones.

Una solución aún lejana

“No cabe duda de que estando el tramo desdoblado no habría estos parones y mejoraría la circulación”, defiende la Jefa Provincial de Tráfico.

Para ello solo falta el tramo de ocho kilómetros entre Lanave y Sabiñánigo, el único pendiente de adjudicar del recorrido de más de 400 kilómetros que conectaría, ya de manera ininterrumpida, Jaca y Sagunto.

El Gobierno procedió a su licitación a finales del pasado mes de septiembre, cuando se abrió el concurso de obras para los tramos consecutivos de Lanave-Embalse de Jabarrella y Embalse de Jabarrella-Sabiñánigo Sur.

El plazo del concurso -con un importe de 115 millones de euros con impuestos- finalizó el 8 de noviembre, y el periodo de ejecución se estima en 59 meses, por lo que no se completará al menos hasta 2029.