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El Sarrio, símbolo del Pirineo y patrimonio de todos

El Museo de Castejón de Sos, que se visita con cita previa, reivindica esta especie emblemática de la cordillera

Fachada del Museo
Fachada del Museo
S.E.

El Museo del Sarrio del Pirineo de Castejón de Sos está ubicado en la segunda planta del Centro Cultural de Castejón de Sos, una recolecta iglesia desacralizada decorada por el reputado artista Santiago Arranz.

 Al igual que el espacio que lo alberga, el museo aúna tradición y modernidad para mostrar la historia y la realidad de esta emblemática especie del Pirineo combinando las proyecciones y los datos actuales sobre censos con una colección de ejemplares naturalizados, tanto de sarrio como de las especies con las que comparte su hábitat pirenaico.

El sarrio es un bóvido de pequeño tamaño más esbelto que la cabra montés, con cuernos rectos en ambos sexos terminados en forma de garfio. La cabeza y la garganta son claras, con una mancha oscura que cubre el ojo a modo de antifaz y continúa como una bufanda en los hombros. El color, que varía a lo largo de las estaciones del año, es más oscuro y espeso en invierno y más claro y ligero en verano. El museo permite tocar dos pelajes auténticos, uno de verano y otro de invierno, y ofrece todos estos datos y muchos más sobre los sentidos del sarrio, su edad máxima, su alimentación, etcétera, en un apartado que simula el DNI del animal.

Otro de los espacios del museo más llamativos es la colección de animales naturalizados que alberga. Los ejemplares taxidermizados expuestos forman parte de la colección de Francisco Tobeña Ferraz. La colección, legalizada por el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental, fue cedida en su mayoría al Instituto Agroambiental de Jaca con una función didáctica, si bien este vecino del pueblo cedió al Ayuntamiento en 1994 una parte de la misma que corresponde a animales naturalizados entre 1970 y 1975. La imponente vitrina que la acoge exhibe urogallos, jabalíes blancos, zorros, perdices blancas y, por supuesto, sarrios, entre otros animales que se exponen en una pequeña sala separada del resto del museo, donde también se han habilitado unos bancos y una pantalla para proyecciones.

El interior del Museo
El interior del Museo
E.F.

El sarrio, que habita entre los 800 y los 3000 metros de altitud, presenta cuatro características que lo hacen perfecto para la montaña: el corazón grande, la sangre espesa, el pelaje adaptable y los pies versátiles. De hecho, el mejor calzado para la montaña está inspirado en las pezuñas del sarrio, según se muestra con varios ejemplos de crampones y raquetas en el propio museo.

El día a día del sarrio en el Pirineo presenta curiosidades como las guarderías en las manadas femeninas; la importancia de la sal, imprescindible en su alimentación; o el peligro constante del águila real. La caza, como recoge ampliamente el museo de Castejón con fotografías y paneles explicativos, es otra de las amenazas de esta especie. El hombre ha cazado el sarrio desde la antigüedad para aprovechar su carne y también su piel. La carne del sarrio es magra, fibrosa y de sabor fuerte, susceptible de degustarse en distintos platos, aunque la más frecuente es la cecina o los guisos.

El perfeccionamiento de las armas de fuego en el siglo XIX propició auténticas sangrías de caza en toda Europa, una situación que agravó el siglo siguiente con el aumento de cazadores, la mayor accesibilidad a las armas tras las grandes guerras de la primera mitad del siglo a las que se sumó el intenso furtivismo. Todo ello redujo alarmantemente las poblaciones de sarrio en toda Europa. Las reservas nacionales de caza fueron fundamentales para preservar las especies y, actualmente, es la Comunidad Autónoma quien establece los planes cinegéticos que han permitido la evolución favorable del sarrio.

Como curiosidad, el museo de Castejón recuerda usos antiguos como la caza del sarrio sin disparar colocando una tabla que sobresalía en un precipicio con sal contrapesada con piedras que retiraban cuando el animal estaba comiendo, por lo que se despeñaba irremisiblemente.

Respecto a la protección actual, el museo de Castejón de Sos recoge la labor de censo que, dos veces al año en primavera y verano, realiza el Gobierno de Aragón para armonizar el aprovechamiento cinegético y la conservación. Con la información obtenida, se elaboran los cupos de caza del sarrio en el Pirineo aragonés, considerando reservas y cotos.

El Museo del Sarrio del Pirineo de Castejón de Sos no está permanente abierto y su visita, muy recomendable para familias y amantes de la fauna pirenaica, está sujeta a la petición de cita previa en la oficina de Turismo o el Ayuntamiento de la localidad.